lunes, 7 de diciembre de 2015

El régimen que confisca el trabajo ajeno legaliza el fraude

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

 Hasta el siglo XVIII en Gran Bretaña y Francia la venta de cargos públicos fue una práctica corriente. En Gran Bretaña los ministros normalmente tomaban fondos públicos en beneficio personal. En EEUU y en Gran Bretaña el nepotismo dominaba la asignación de cargos públicos y las elecciones eran claramente fraudulentas. Cheney, vicepresidente de EEUU, hasta 2009 vendía con su compañía Halliburton, combustible con sobreprecio para las tropas propias que ocupaban Iraq.
  La Fundación INDEM especialista en corruptela señala “La corrupción en Rusia aumentó constantemente desde la caída de la ex Unión Soviética y los sobornos pagados en 2001 a los funcionarios se elevaron a u$s36.000 millones, suma comparable al presupuesto del país”  (http://www.losandes.com.ar 21/5/2002). En la Rusia de 2009, la mayor parte del beneficio capitalista tenía su origen en la corrupción. El volumen de sobornos que los funcionarios recibían de los empresarios era u$s318.000 millones al año (http://www.politrussia.ru/life/ 31/10/2009). 
  Desde que Marx en 1844 diseccionó las obras de los economistas clásicos ingleses Adam
Smith y David Ricardo y concluyó en sus “Manuscritos económicos filosóficos” que el régimen capitalista se basa en la enajenación del trabajo y el robo meticuloso de una fracción cada vez más importante del valor que crea, ésta y no otra es la estructura  central que sostiene al régimen de explotación. 
  Al cumplirse más de 170 años de la elaboración científica de un pibe de 25 años, es sospechosamente tonto pensar que el antídoto anticorruptela es una cuestión ética y moral de formación ciudadana. 
  El 2/12/2015, “Macri presentó su gabinete y prometió que “no habrá impunidad para ninguno” de los integrantes en eventuales hechos de corrupción” (www.laverdadonline.com/Junín). Esta declaración es verdaderamente desopilante cuando su gabinete sale de las grandes automotrices internacionales, de Monsanto -envenenador de tierras, agua y aire- de las petroleras que corrompen a los gobiernos y cuando no directamente masacran pueblos enteros para asegurarse la explotación petrolífera. Es el gabinete de la Banca Morgan y el BM, son los privatistas de la educación, la salud y la especulación inmobiliaria. Este gabinete se dirige al rescate del capital financiero y a una desvalorización histórica de la fuerza de trabajo mediante megadevualción, tarifazos y carestía.
   No obstante, Lilita Carrió pidió un milagro no al papa sino a Macri: “Que la Justicia sea independiente”. Y a renglón seguido alertó que Angelicci -cajero de Macri en Boca y en varios bingos y basinos- está reuniendo jueces, “operando para manejar la justicia de Comodoro Py”. (Télam 29/11/2015). 
  ¿Popularmente qué formas toma la corrupción? Sobornos, fraudes, malversación de fondos públicos, contratos públicos “dirigidos” (Niembro/Bulrrich), lavado de dinero, fijación de precios, evasión fiscal, expropiación de tierras fiscales, especulación en tierras y viviendas, crimen organizado (prostitución, trata, narcotráfico), flujos de capitales ilícitos, espionaje, trabajo en negro y esclavo. Todos estos flagelos están a la orden del día en Argentina, afectan a los explotados y tienen un paraguas del poder político. 
  La corrupción argentina ganó la atención de la población durante la lucha de los tercerizados en el ferrocarril y en ocasión de la Masacre de Once. La patria contratista que progresa a través de la corruptela a la que somete a los funcionarios, no dio un sólo paso atrás a pesar de movilizaciones y denuncias con evidencias fundadas que determinaban que las acciones corruptas de Roggio, Cirigliano y Romero junto a la burocracia sindical en su conjunto, vaciaron y evitaron sostener el mantenimiento de la estructura ferroviaria mediante un pacto con el poder ejecutivo y una cantidad de ministros K, que se repartieron las tareas de malversar los subsidios y lavar el dinero mal habido; luego y entendiendo que peligraba su filón, dejaron la zona de Barracas liberada para que los barras mataran, entre tanto se aseguraron que no se invirtiera ni una moneda en mantenimiento a pesar de las múltiples denuncias que venían dando por sentada una tragedia como la que sucedió en Once. Como esto era un negocio multimillonario no hubo ningún dilema moral o ético a tratar con ninguno de los responsables de la tragedia y de la emboscada. La justicia, operando como cualquier referí de la AFA, tocó sólo los bordes para evitar que caiga la totalidad de la banda y trata cínicamente el caso como de individuos que han perdido el rumbo. 
 Es interesante entender el funcionamiento del fraude y las similitudes que recorren a los Nac&Pop y a Cambiemos. 
 Entre el atornillamiento a los sillones de los militantes de la camarilla K que ocupan áreas del estado “independientes”, Vanoli (BCRA), Gils Carbó (Procuraduría General) y Sabatella (AFSCA) y la “independencia” pregonada por el macrismo que pretenden para la justicia, el BCRA y el AFSCA que “obliga” al nuevo gobierno a pedir la destitución de esos K, se pone en claro que los macristas volverán a repetir la misma historia: Sturzenegger en el BCRA y los nombrados para reemplazar a Gils Carbó y Sabatella van a disponer sus instituciones “independientes” como furgón de cola de las maniobras del gobierno Macri. 
  El BCRA con el “militante” Vanoli pagó deuda externa usando reservas y Sturzenegger lo hará con nueva deuda, reforzando la dependencia política y económica de Argentina respecto a los monopolios. El AFSCA será manejado por el PRO con el mismo criterio de discrecionalidad aplicado desde hace años con la pauta oficial de la CABA. Ni que hablar de la Procuraduría cuando la justicia “independiente” está por desprocesar del espionaje telefónico a Macri y al agente de la dictadura Fino Palacios. Esto anticipa la perpetuación de métodos de gobierno de camarillas. Antes los K ahora los gerentes Pro. La emergencia económica votada por los K hasta 2017 le permitió al PE a través del decretazo ignorar al Congreso. Esa emergencia ahora la utilizarán los derechistas que vienen por el “Cambio”. Esto se profundizará en los municipios donde Cambiemos y FV aumentarán las tasas como sucedió en Beriso 40%.
  Un gabinete antinacional y antiobrero ligado a los intereses monopólicos que ante la bancarrota económica va a un ajuste contra el pueblo que trabaja, es incompatible con un funcionamiento político transparente y democrático.

(*) Del Partido Obrero