-Por favor que quede claro que Alfredo no me amenazó de muerte. No lo quiero perjudicar a Alfredo- decía esta mañana Gabriela Gomez, encargada de la farmacia municipal en referencia a la nota de La Defensa (ver aparte). Y de inmediato tomó el teléfono Alfredo Asseff para rubricar los dichos de su compañera. Aunque ambos admitieron que la primera denunció por maltrato laboral al segundo, el jefe de la farmacia.
Luego Asseff, hizo una reflexión que conlleva una gran verdad: -Para algunos municipales, hacerlos cumplir con su trabajo es maltratarlos.