lunes, 9 de noviembre de 2015

“Roma no paga traidores”. Macri, Massa y Scioli sí

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

En el año 150 aC cuando el imperio Romano se extendía por una parte importante del mundo conocido, un caudillo llamado Viriato resistía la ocupación de Lusitana por Roma con acciones de guerra de guerrillas. Viriato era militarmente invencible, entonces los pretorianos recurrieron a la traición y el líder de la resistencia fue asesinado por tres de sus lugartenientes. Cuando éstos se presentaron a cobrar ante el cónsul Escipio, recibieron del cónsul que había pactado la traición con ellos la respuesta: “”Romae non solvit proditores”, que llegó a nuestros días como: “Roma no paga traidores”. Dicen que Escipio de esta forma les hizo sentir el rigor por haber actuado en contra de la ética imperante, aun cuando él mismo había sido el gestor del acto. Desde entonces resulta útil para reprender a personas que obran de manera traicionera, aunque la autoridad sea la autora intelectual del crimen. 
El Derecho Romano es el decálogo de esa falluta “moralidad y decencia” que se conoce como hipocresía, que es en síntesis la columna vertebral de la justicia actual que mide nuestros actos con la vara del cinismo del opresor y que nutrida de esas duplicidades y de la descomposición moral de aquel imperio Romano acogota a los que viven de su trabajo.    
Hace más de 50 años el poeta Catulo Castillo brillantemente caracterizó al poder político
argentino con un manojo de palabras dirigidas a un porteño que acorralado estaba más cerca de saltar al abismo que de tomar el bondi y le dijo: “Se rieron de tu abrazo y ahí nomás, te hundieron con rencor, todo el arpón. Amargo desencuentro, porque ves que es al revés. Creíste en la honradez y en la moral, qué estupidez” (Desencuentro, 1962).
La hipocresía más ramplona es la que guía a Scioli, Macri y Massa y se derrama en la política de alianzas que llevan a sus acólitos protagonizando episodios de saltimbanquis cada vez más atrevidos, desnudando en público la carencia de perspectiva, la falta de consecuencia en sus planteos y de coherencia; esto se ha convertido en el sello distintivo de la política patronal del siglo XXI en medio de la crisis económica y política que enmarca el proceso.  
Así Daniela Guini anunció luego de las PASO el 13/09/2015 (www.bragadotv.com.ar) que se bajaba de la candidatura a intendente por el Frente Renovador en Bragado y decidió apoyar a Vicente Gatica (Pro), sumándose a su agrupación, por lo cual el líder de Unidos PRO quedó como la única alternativa al gobierno del FV de Aldo San Pedro (ex monto) quien finalmente perdió la elección.
“Después de haber ganado las elecciones para gobernador de Chubut, Mario Das Neves empezó a despegarse de su 'amigo’ Daniel Scioli y en los últimos días tejió contactos con el entorno de Macri. Se trata de un cambio muy significativo respecto a las palabras del propio Das Neves de la semana pasada cuando le abrió una puerta a Scioli, tras un llamado de Scioli para felicitarlo. “Cuando era candidato en el 2003 con un gobierno radical en Chubut, nadie apostaba un peso por mi candidatura y Scioli vino a apoyarme y terminé ganando la elección, cosa que jamás me voy a olvidar, había dicho” (www.lapoliticaonline.com 2/11/2015). No importó nada y Das Neves le cortó el rostro a Scioli antes que el balbuceador de La Ñata le gane de mano.
La Cámpora -una organización fundada para malversar al Estado- entendió que podía joder al Vaticano sin costos, por lo tanto le hizo bulling al querubín papal -Julián Domínguez- y acordó con La Morsa quien le prometió acomodar 30.000 ñoquis en puestos gerenciales de PBA si a cambio apoyaban su candidatura a gobernador y limpiaban al “querubín” afanándole votos. El pacto turbio entre “quienes arbitrariamente manejan el “Correo Argentino” a través de Piesciorovski y la Morsa fraudulenta era un “gol hecho” cuya concreción estaba garantizada por los fraudulentos  de la manipulación popular. Pero la crisis hizo estallar el paquete de bosta.
La descomposición social va de arriba hacia abajo, la burocracia sindical se descompone al ritmo de la patronal que los guía como Escipio para que pase el congelamiento salarial y luego  denunciará a quien se declaró “inexperto político” por querer cobrar ese trámite. 
Al titular del Sindicato de Obreros Panaderos de Lanús, Gabriel Ruiz, por acuerdos con Abel Frutos y Hugo Moyano de la CGT, Grindetti lo acomodó en la lista del Pro como segundo concejal. No obstante, el panadero entendiendo al dedillo qué es “la honestidad y la honradez” para el trío  ajustador, días antes del 25 de octubre anunció su apoyo a Julián Álvarez del FV. El hombre profundizó la hipocresía reinante y se postuló en dos listas. Sin que protestara el armador de la caja negra celosamente custodiada por su esposa y que manejó Fernando Niembro. Grindetti  defendió a ultranza el pacto con la burocracia ya que ni siquiera le señaló al panadero Ruiz que “entre bomberos no nos vamos a pisar la manguera”. En cambio Ruiz que habló pestes del Pro al conocer que Grindetti le ganó a Álvarez y que va a manejar el presupuesto de Lanús, salió a pedir perdón, atribuyéndose “inexperiencia política” y estar “mal asesorado”.
  Luego, el pase de factura del estafador del servicio de trenes Randazzo a CFK pinta de cuerpo entero el fin de ciclo y el sálvese quien pueda. 
La desesperación para continuar chupándole la teta al Estado envuelve a S, M y M. y los impulsa a proponer medidas que incluso hasta suenan progresivas. Massa, un menemista retrógrado, dice que Scioli si pretende algo de los 5 millones de votos que lo acompañaron debe colocar a las jubilaciones en el 82%; para ambos el 82% es del salario mínimo, vital y móvil ($6.060); la jubilación mínima de $4.290 no subiría a $8.500 como reclaman organizaciones de jubilados sino a $4.960, aumento que equivale a 6 kilos de carne.
El balotaje con dos representantes de la honradez y la moral intenta legitimar a minorías del 35%, convirtiendo a una de ellas en el verdugo que luego del 10/12 diciéndose mayoría descuartice al cuerpo social. En el balotaje los Buitres y el FMI tienen sus candidatos. 
Contra el ajuste votemos en blanco.
(*) Del Partido Obrero