martes, 17 de noviembre de 2015

El ministerio del ambiente

por Alejandro  Chitrángulo  

En la última campaña  electoral  la visión verde se ha transformado en un marco de debate políticamente correcto. 
  Candidatos  de todas las vertientes  de opinión  utilizaron en sus discursos ideas, programas y proyectos, propios o tomados de reconocidos ambientalistas, con la finalidad de expresar una opinión sobre un tema que lentamente  se va convirtiendo  en primordial para la ciudadanía.   
  Si bien el debate entre los dos modelos del pais  fue muy corto y estricto en los tiempos no permitiendo que los candidatos  tocaran el tema ambiental, es muy claro que las decisiones  que tome el próximo  gobierno  sobre este tema nos afectará para bien o para mal a todos los argentinos  y las próximas generaciones.
Para el próximo gobierno la cuestión ambiental deberá ser algo más que una consigna de campaña. Los bosques, la minería, la matriz de generación energética, el uso de
agroquímicos, el crecimiento industrial sin contaminación, la basura, el agua. 
 Se trata de una agenda enorme, que requiere  una jerarquización institucional superior  a lo que hoy es la Secretaría de Ambiente para que el tema se incorpore a la estrategia política a la par de otros ministerios, con voz, poder y voto. 
Política  nacional  ambiental  
Argentina  es uno de los países más ricos en recursos naturales del mundo; con una gran biodiversidad, importantísimos recursos  hidricos que no están siendo  cuidados debidamente. La participación ciudadana en su preservación para las futuras generaciones, obliga a incorporar una política ambiental al plan de desarrollo del país que se encuentre por encima de los vaivenes  políticos  o cambios ideológicos. El Ministerio de Ambiente se deberá encargar de monitorear y recabar información necesaria para tomar decisiones de políticas y uso de recursos.
El Ministerio  del Ambiente  debe poner énfasis en la fiscalización y sanción de los que infrinjan las leyes  ambientales. Por eso 
sería muy importante que 
se priorice la prevención de los delitos ambientales, pues de qué sirve que se sancione a los infractores, cuando ya se ha atentando con el medio ambiente, dejando en la mayoría de los casos territorios inservibles. Esa  prevención  de ser llevada a cabo por una policía  ecológica  nacional con una justicia  especializada  en estos temas, con una estructura  de la jerarquía  de un ministerio.
  El Ministerio  del  Ambiente  debe ser el rector de la gestión del ambiente y de los recursos naturales renovables, encargado de orientar y regular el ordenamiento ambiental del territorio y de definir las políticas y regulaciones a las que se sujetarán la recuperación, conservación, protección, ordenamiento, manejo, uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales renovables y del ambiente de la nación, a fin de asegurar el desarrollo sostenible, sin perjuicio de las funciones asignadas a otros sectores.
En América  Latina  hay muchos países como Ecuador, Venezuela, Perú o Brasil que cuentan  con un ministerio  del ambiente. Esta es una propuesta  que humildemente  desde esta columna le hacemos  al próximo  gobierno.