
Esta gestión no sólo deja una planta de personal municipal sobredimensionada, sino que además las cuentas del municipio están tecleando. “Los que vienen necesitan -opina un municipal simpatizante del macrismo- declarar una emergencia administrativa y auditar y dar de baja las enormes desproligidades e irregularidades que se vienen cometiendo de 6 meses a la fecha. Los municipales que trabajan, no tendrán ningún tipo de problema, pero debemos corregir las injusticias, como las categorías 24 de la esposa y el hermano del concejal Gabriel Dimassi o los nombramientos de los familiares de funcionarios que quieren seguir abrochados al ejecutivo con ñoquis que nunca prestaron servicio alguno en el municipio”.