viernes, 16 de octubre de 2015

Los dueños del “peronómetro”

por Salvador Baratta*

  Hace meses, los que de verdad nos interesamos por la política vemos asombrados, cantidad de militantes del peronismo que manifiestan sus pases a diferentes  partidos o frentes, algunos con apoyo verbal y otros trabajando en esos nuevos espacios. Que también mientras suceden estos pases escuchamos no menos cantidades de personas que critican estas conductas, erigiéndose como los verdaderos peronistas. Pero claro, a los que crecimos en verdaderas casas peronistas  nos resulta cómico y payasesco escuchar estos infames, que son los dueños del peronómetro, pues les aclaro que para ser peronistas no alcanza con tener la fotito del General o de Evita, o llevar distintivos en la solapa, o recordar llevando palmas todos los aniversarios. Para ser peronista de verdad se debe luchar por la verdadera justicia social, los ancianos , los niños y los enfermos.
Digo los que venimos de casas peronistas de verdad, esa casa donde nunca se supo lo que era tener un sueldo del estado, esa casa donde tu viejo o tu abuelo llegaban del trabajo y te pedían que le pongas el disco de Hugo del Carril bajito, pues era la época del ‘70, esa casa
donde se juntaban los amigos de tu viejo hasta altas horas de la noche y vos te despertabas porque cuando terminaba la reunión se escuchaba un grito “¡Viva Perón, carajo!”
Hoy esos que critican y cobran grandes sueldos, del estado, son los mismos que permitieron que se bajen las caras de Perón y Evita de los escenarios y cambiaron la Marcha Peronista en otros casos por color esperanza, y aclaro que no tengo nada contra Diego Torres.
Por eso como no quiero ser igual, no critiquemos más a los compañeros, tomen el camino que tomen , y entreguémonos a nuestras conciencias.
Ayer leí un articulo sobre animales, donde explicaban que el camaleón tiene un sentido de supervivencia tremendo y que cuando está en el desierto agotado sin agua y a punto de morir, se refugia en la primera piedra que encuentra, aunque la misma esté recaliente, allí recupera fuerzas, energía y caza cualquier insecto que se le cruce, para empezar a caminar de nuevo.
Eso es el peronismo: sentido de supervivencia extrema que supo sortear las traiciones de los suyos las balas de los genocidas, y ahora esta sorteando a aquellos que se creen más importantes que el mismísimo Perón. No tengo dudas que luego de estas elecciones, muchos seguirán defendiendo a este movimiento desde el alma y desde su corazón, y muchos también lo seguirán haciendo desde su bolsillo y retornaran a colocar las caras y cantar la marcha en los escenarios, y diciendo que siempre estuvieron en contra de estas decisiones, pero no aclarando que claudicaron ante las mismas porque el bolsillo duele más que el corazón.
  (*) Concejal del FR