por Julio Edgardo Sanz*
Me levanté hoy tempranito como de costumbre, eran las seis y media, y ya había pasado el tiempo en que “apenas la puntita del sol comienza a asomar”. Cuatro vasitos de agua en ayunas para purificar Smiley piscando, cafecito apenas cortado tipo lágrima, un poco de música argentina de los ‘70, y muchas ganas de tener ganas de hacer, más que seguir atado a las sábanas.Un poquito de radio también, con las noticias de aquí y del afuera, lectura digital de algunos diarios también de los mismos lugares, y me enganché en la respuesta de mis correos digitales, hoy les llaman “emails” o electronic emails, que en gringo es correspondencia electrónica, pero yo me quedo con un “cartero invisible”.
Entre ellos me encontré con un video publicado en uno de los sitios mas estimados, a los
que adhiero, en el cual estaba la arenga de un legislador parangonando en resumen la historia presidencial de nuestra nación, en el siglo pasado y en lo que va del presente. Obviamente y de acuerdo a su tendencia, efectuaba una estadística y crítica no solo al gobierno actual, sino a todos aquellos de la misma vertiente. Se me cruzaron pensamientos primero, y luego entre una mezcla de razonamiento espontáneo y angustia inexplicable mis dedos comenzaron mágicamente a moverse inquietos y nerviosos por el teclado, y el resultado fue el que sigue:
Coincido, y hago la autocrítica como ex militante del justicialismo, con mi indudable raigambre socialista, y ojo que no dije peronismo porque no me gustan los personalismos. Y lo defino como un fenómeno emparentado con la decadencia sociocultural argentina.
Algún presidente uruguayo nos definió como "chorros" a los argentinos, y mal que nos pese tenía razón. Fijate que flaco favor hicimos a la democracia sin exclusión "los chanchos" y "los que les damos de comer" nosotros el pueblo de la Nación Argentina. Siempre coincidí en aquello que: la única diferencia entre los peronistas y radicales fue que en la forma de "afanar" los segundos fueron sin dudas "más prolijos".
No hemos tenido suerte -porque nosotros los ciudadanos votantes no quisimos tenerla- con los supuestos gobiernos democráticos, luego de haber luchado muchos como yo contra los putos gobiernos milicos, aún a riesgo de la propia vida y la familia. Y no hemos tenido suerte, porque esa mezcla de "gaucho malentretenido", con grotesco caballero andante que "confundía molinos de viento con gigantes", con "bajados de los barcos", aún perdura indeleblemente por ahora en todos, absolutamente en todos nosotros...
Ese gris concepto ocultado pero latente del "rascarse para adentro", de querer tenerla "más larga que el otro", de si a tu vecino le va bien "como la habrá hecho" o si le va mal "que vago de mierda" o inclusive "agarrame que lo mato... pero agarrame fuerte a ver si me zafo y tengo que cagarme a trompadas...", nos lleva a una verdad que no es triste... pero que no tiene remedio.
A mi humilde entender en mi amada nación existen y existirán por ahora dos clases sociales:el pueblo, y los politiqueros de turno, aunque también estoy convencido que el mundo no escapa también por ahora en términos generales, a esa calificación.
Que caro precio han de pagar las "democracias" supuestas, y como diría un viejo profesor de derecho y analista político ex militarizado, hoy socializado.... del latín: demos kratos: gobierno del pueblo. Y debo preguntarme: ¿gobierno de quién? ¿y qué pueblo, o qué parte del mismo? Si se vota con el ombligo, el culo o la boca, pero quizás muy ausente el cerebro y el corazón...
Y ello no es exclusivo de una clase humilde, sino que también es patrimonio de aquella clase media a la que no se si tan felizmente pertenezco, definida o creada a la luz de un contrato social ambivalente entre el leviatanismo hóbbico, y la sociedad idílica de Rousseau. Quizás como una cuña ameboide, para parar supuestos pero talvez mas inventados procesos revolucionarios aunque fratricidas. Y porqué "inventados"? , precisamente porque Latinoamérica y en especial Argentina, no han escapado a los procesos de manejo del poder mundial por unos pocos paridos de nalgas, pero poder al fin... El mundo anterior con un manejo de los mares, las bancas, la libra o patrón oro, y la falopa (¿o no tienen similitudes la Guerra del opio anglochina en la mitad del siglo XIX, con el actual manejo de la supuesta lucha contra el narcotráfico de la DEA y organismos afines?) cedieron o disfrazaron ese "mando" no en Yalta en 1945, sino 7 meses antes en Bretton Woods con los prolegómenos de la creación del FMI. En otros términos: primero arreglaron la caja, y luego se dividieron geopolíticamente el planeta...
¿La tenés? ¿O no es como hacen nuestros "coterráneos politiqueros" por estas latitudes??
Denostaron a un genocida como Hitler, pero se "bancaron" a otro como Stalin igual o peor. Claro luego armaron una guerra fría, no precisamente detrás de "intereses altruistas"...
Así decíamos funciona el mundo, y para Latinoamérica nos armaron pendularidades de gobiernos milicos, gobiernos civiles y asi sucesivamente, hasta que el sistema se agotó, y hoy tenemos la otra alernativa de gobiernos populares, gobiernos populistas y así también sucesivamente. Fijate incluso lo que pasa en Brasil, o en otros hermanos americanos.
Pero con los ciernes de otro acto eleccionario aquí, creo que independientemente de la opción u opciones de cada uno (corte de boleta mediante), la situación cambiará económica financieramente hablando, pero no por nosotros o por cantitos de sirena vetustos y decadentes de cada uno de los probables presidenciables, ni tampoco por nosotros el pueblo. Cambiará porque sencillamente le bajaron el dedito desde afuera a nuestros vecinos de ancestro lusitano habiendo osaron colocarse delante de la rubia albion en la estadística económica mundial, y nos lo subirán a nosotros pero solo por un tiempito.
Ahora bien: ¿nos preguntamos si estas elecciones significarán quizás una bisagra fundamental en la vida de los argentinos en conjunto? Y mi respuesta es simplemente ¡No!
No, en tanto y en cuanto no entendamos, que nuestra crisis no es económica y financiera, sino que es una triste melange de decadencia sociocultural y ético moral.
Mientras continuemos con:
1)Cada uno de nosotros con indices de hipocresia superiores a la media para una normal convivencia;
2)más preocupados por lo que hace el otro que por lo que yo hago;
3)creyendo soberbiamente que siempre me merezco mas, de lo que realmente hago por merecer;
4)siendo los tipicos "ventajitas" especuladores entre nosotros;
5)cagandonos en el otro, sin darnos cuenta que vivimos en sociedad y que de esa forma, terminamos haciendolo con nosotros mismos;
6)no asumiendo un estricto sentido de autocritica, pretendiendo excusar nuestros propios errores, vociferando o inclusive inventado yerros en los otros;
7)puteando contra una clase politica, sin cuestionarla, denunciar hechos de corrupcion, y sin participar honestamente en el devenir politico jugándonos;
8)predicando con nuestra acostumbrada "verborragia argentina" (de la cual también me hago cargo) sin acompañarla con hechos y acciones;
9)dejando que nuestro puto ombligo sea cada vez mas grandote y no se cierre nunca, sin entender que el otro tambien lo tiene, y
10)finalmente sin entender que un pueblo sin identidad, y dividido por pelotudeces, no se merece tener una nacion...
Estaremos "autocondenados" a seguir siendo como somos,y seguiremos teniendo el “país” que nos merecemos.
Pensalo por favor, y gracias por escucharme.
(*) Abogado lanusense. Ex titular regional de PAMI