Por allí transitan por día miles de personas. Además de ser la entrada a la estación Lanús, es el lugar de paso obligado para quienes cruzan de este a oeste por el túnel.
De la cloaca que se ve en la foto, mana un líquido espeso, viscoso, oscuro y nauseabundo.
Es increíble pero cierto. “Y eso que ahora tenemos dos intendente: Julián y Darío, y ninguno arregla el problema”, chancea uno los vendedores ambulantes del lugar.