Borget se va de la lista que lidera Nicolás Russo, porque ese espacio “dejó de ser algo distinto en la política de Lanús y un lugar de oposición, para ser más de lo mismo”.
Para Borget, que el bloque de ediles massistas no haya cuestionado a los oscuros procederes de Julián Alvarez “más el sistemático alineamiento con el oficialismo en los proyectos presentados por estos, o de gran envergadura distrital; hace pensar que la conducción no está representando un pensar distinto opositor ni mucho menos el cambio que enarbola o pregona. No he sido testigo de ningún pacto entre Álvarez y Russo, pero siempre por acción o por omisión uno responde de sus actos. El proceder del Frente Renovador Lanús es al menos cuestionable. Hace doce años que el Frente para la Victoria gobierna en nuestro municipio, doce años de decadencia, basurales a cielo abierto, asesinatos una vez por semana, contaminación, abandono total. Si de algo no voy a formar parte, directa o indirectamente, es de un proyecto que llevó a Lanús al colapso”.
Durante la semana pasada, otro que se fue del russismo dando un portazo, es Manuel Oscar Lozano, hijo del fallecido senador.