por Omar Dalponte
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La política está bastante calma. El país –por lo menos hasta ahora- avanza en paz y cómo dijimos más de una vez, una cosa es lo que vemos y comprobamos y otra cosa es lo que nos cuentan a través de los medios de comunicación. Es verdad que en la provincia de Tucumán los que no aceptan la reciente –y amplia- derrota electoral tratan de alterar los ánimos de la población con protestas y presentaciones judiciales. Son nada más que ladridos a la luna que, al final, no servirán de nada y pronto pasarán al olvido. De todas maneras no hay que descartar que cuando llegue la fecha en que asuma como gobernador electo Juan Manzur, del Frente para la Victoria, algunos exaltados produzcan hechos de violencia. Hay, en aquellos pagos norteños, cierto tufillo golpista que por el momento se manifiesta mediante grititos desestabilizadores y la colaboración de algunos muchachos de “izquierda” que se ilusionan con emular el ataque al Palacio de Invierno ocurrido en la Rusia de 1917. Pero la inmensa mayoría del pueblo tucumano no pierde el sueño frente a estos episodios provocados por sectores antidemocráticos y espera con tranquilidad que se respete el veredicto de las urnas. Sería saludable que la oposición de aquella provincia entendiera que estamos en la Argentina de 2015, viviendo en el marco de una democracia, muy limitada por cierto pero que es lo mejor que tenemos a mano, con un gobierno con amplio respaldo popular y con la presencia de un Movimiento en todo el territorio nacional – el Peronismo kirchnerista- que se instaló para quedarse aunque a las clases dominantes y sus alcahuetes le produzca alguna incomodidad. No es bueno que ante resultados desfavorables se prenda fuego a las urnas y se intente sembrar dudas. No es provocando situaciones caóticas, avasallando la voluntad popular judicializando la política e incendiando edificios públicos como se ayuda a construir el país que merecemos.
En nuestro Lanús, afortunadamente, la competencia electoral se viene dando en forma civilizada y vemos con satisfacción que diferentes parcialidades políticas comparten espacios públicos con total respeto de las unas hacia las otras. Cada quien expone libremente sus propuestas y muestra a sus candidatos como debe ser: en absoluta libertad. La buena novedad en la política local es que siguiendo la excelente decisión de Darío Díaz Pérez y Julián Álvarez de presentar una lista de unidad, ahora hay compañeros peronistas que después de su experiencia en el “massismo” regresan -según información aparecida en diferentes medios- al Frente para la Victoria. Tal es el caso de los concejales Gabriel Di Masi y Cristian Bosio quienes recientemente han confirmado su apoyo a Álvarez manifestando que “Julián propone un proyecto para Lanús que tiene mucho que ver con la gestión y a la vez con una fuerte identificación peronista”. Enhorabuena. Son muy positivas estas actitudes que refuerzan la unidad de un espacio con enormes posibilidades de continuar gobernado a la Argentina. Es en la casa grande, con historia, sólidamente construida donde se puede planificar y encarar las grandes realizaciones. Varias provincias ya se han definido por el kirchnerismo y el Partido Justicialista en la reunión de Mar del Plata, el sábado pasado, ha dado muestras de su gran vigor político. Con seguridad, Daniel Scioli es hoy quien tiene mayores posibilidades de amalgamar los comunes denominadores del peronismo y contribuir, además, a la tan necesaria unidad de la Confederación General del Trabajo. Ante un mundo convulsionado donde poblaciones enteras huyen de la guerra, miles de personas desesperadas buscan refugio fuera de sus países y a la crisis migratoria ciertos gobiernos pretenden darle una respuesta militar con su inevitable cuota de muerte, nuestra República necesita un gobierno previsible con capacidad de generar políticas de justicia, Igualdad y desarrollo que garanticen la paz, el pan y el trabajo a todos. Una vez más en nuestra historia, estaremos frente al desafío que significa ser solidarios y abrir los brazos a los necesitados que buscan bienestar fuera de sus geografías. Argentina sigue siendo el país amplio y generoso que gran parte del mundo mira con respeto y admiración. Brasil, Venezuela, Ecuador y El Salvador, entre otros países, atraviesan momentos de grandes dificultades. Tiempos difíciles se advierten en el horizonte y aquí, la garantía de mantenernos, crecer y desarrollarnos la brinda el kirchnerismo. Sepa el pueblo elegir.
(*) De Iniciativa Socialista
