martes, 15 de septiembre de 2015

La gran diferencia

por Omar Dalponte

omardalponte@gmail.com

Mientras que el kirchnerismo se muestra como seguro ganador de las próximas elecciones la oposición no sale de un discurso insustancial, carente de propuestas, cuyo eje es la queja y la crítica sin fundamentos. Esa es la gran diferencia que la sociedad advierte, y con el correr de los días, muchos de los que hasta hace poco no digerían al Frente Para la Victoria hoy confiesan que es la fuerza política más confiable  frente a la pobreza de ideas de quienes se proponen como alternativa. Según este criterio la opción que encabezan  Daniel Scioli y Carlos Zannini es la que garantiza un futuro previsible y de progreso.
El enorme triunfo argentino en el plano internacional contra los  llamados fondos buitres ganó la buena voluntad de no pocas almas esquivas. Con el apoyo de más de ciento treinta países hemos logrado una victoria diplomática sin precedentes que sirve no sólo a nosotros sino
también al resto de los estados emergentes para resolver sus problemas de deuda. La aprobación de los principios para las futuras reestructuraciones de deuda en el marco de la Asamblea de Naciones Unidas significa un logro extraordinario de nuestro gobierno que además, en el plano interno, deja definitivamente claras algunas cosas: A) Puso en evidencia las mentiras opositoras y pulverizó los “argumentos” que se utilizaban para descalificar a nuestros representantes en la discusión contra los usureros internacionales. El equipo comandado por Axel Kiciloff demostró acabadamente su idoneidad para manejar asuntos de tal importancia. B) Colocó a nuestra presidenta en el más alto nivel como estadista y hoy, a pocos meses de concluir su mandato mantiene intacta su popularidad y una consideración elevadísima por parte de la mayoría de los argentinos. C) Que Cristina Fernández de Kirchner termine su gestión como una figura de gran relevancia con posibilidades de ocupar lugares en los más destacados foros internacionales. D) Que nuestro país, lejos de estar aislado como trataron de hacer creer los opositores que perdieron la brújula, es en estos días un ejemplo a seguir y obligada referencia para encarar los problemas que afectan a buena parte del mundo.
Faltando poco más de un mes para la elección general algunos hechos desesperan a la oposición. Casos de corrupción ocurridos en la ciudad de Buenos Aires que involucran a candidatos principales del PRO y al gobierno de Mauricio Macri  pusieron al descubierto una serie de manejos turbios que seguramente tendrán influencia negativa en la opinión pública. Respecto al episodio que compromete al periodista Fernando Niembro, candidato a diputado nacional por el PRO, habrá que ver como sigue en el ámbito de la justicia. De sumarse evidencias y comprobarse los hechos que se le atribuyen, este personaje cuya complicidad con el régimen menemista es por demás conocida, debería ser excluido de la lista que integra pues, flaco favor se le haría a la democracia permitiendo que se incorpore al Parlamento. Habrá que ver qué efecto provoca en el ánimo del electorado el destape de esta olla de la cual no salen los mejores aromas.
Otra preocupación de los adversarios del kirchnerismo son las elecciones que se llevarán a cabo el domingo próximo en la provincia del Chaco. Hasta el momento todo hace presumir que el Frente para la Victoria sumará otro triunfo –aparentemente holgado- a su racha de victorias provinciales. Si esto así ocurre el impacto psicológico no será menor, puede ayudar a un distanciamiento mayor de Daniel Scioli sobre el macrismo y ampliar la brecha para ganar en octubre el premio mayor en primera vuelta. Pero, conjeturas al margen, es preferible guardar mesura y esperar con paciencia que el pueblo se exprese libremente a través de las urnas.
  (*) De Iniciativa Socialista