martes, 25 de agosto de 2015

Octubre: una salida obrera y socialista

por Lisandro Martínez*

isandromartinez47@yahoo.com.ar



Desde 2002 la salida devaluatoria a la convertibilidad trajo una profunda desigualdad social que 13 años después aún perdura perjudicando al pueblo trabajador: 35% trabaja en negro, 50 % percibe sueldos del 40% de la canasta y sólo una minoría tiene salarios acordes a esa canasta. 
 En 2008 con la crisis internacional, para zafar y obtener cash los K dieron infinitas prebendas a los chinos comprando material ferroviario obsoleto y sobrevaluado, destruyendo así la industria nacional ferroviaria. No obstante, la política entreguista no evitó que NK fuera derrotado en las elecciones para diputados de 2009 por Francisco De Narváez, a quien la patronal preparaba como muleto de recambio. La continuidad de la crisis económica mundial instalada desde 2007 obligó al gobierno a mayores entregas de la soberanía energética, de
riquezas naturales, etcétera.
El Modelo K entró en 2011/2012 en recesión industrial por lo que en 2013 sectores monopólicos armaron como salida al modelo agotado el ajuste, impulsando la candidatura de Sergio Massa para que éste llevara adelante un fuerte correctivo, volviendo a la vieja receta de: devaluación de la moneda y los salarios y rearmar así la tasa de ganancias capitalistas. Detrás de Massa se ubicaron entre otros Techint y la UIA, afectados por la competencia “desleal” de la industria china alimentada con esclavos y presos. La UIA en esas elecciones colocó como diputado a Mendiguren, uno de sus principales directivos.
  Con el agravamiento de la crisis en las PASO de 2015 la agenda de las patronales fue incorporada tanto por Macri como por Scioli y todos disimularon los fines e intereses que bancan el programa de ataque a la gente que trabaja. El acierto de la lista 1 del FIT fue obligar con su agitación y denuncia que los tres jinetes del ajuste en las propias PASO tuvieran que blanquear su programa de ataque popular edulcorándolo, aunque la aplicación devaluatoria ha dividido a los candidatos que la tienen que imponer. Macri asegura que la depresión del ajuste va a ser contrarrestada por el ingreso de fondos internacionales y que no habría devaluación sino un nuevo mercado monetario equilibrado. Scioli dice que el ajuste vía Macri sería un “rodrigazo” por lo que él lo acompañaría con el cepo, el congelamiento de salarios y compensaciones con subsidio fiscal a los afectados. Al ganar vértigo la crisis, se suman los capitalistas del agro afectados por la caída de los precios internacionales y el retraso del tipo de cambio frente a las devaluaciones de Brasil, China, etcétera.
  Este ajuste que tienen que aplicar los plebiscitados en las PASO con el 95% de los votos es inviable de acuerdo a la presente situación mundial donde los capitales no van a los países emergentes. 
La inviabilidad la desarrollan en un párrafo especialistas económicos europeos: “Por otra parte, la ralentización china está provocando una caída en bloque de las materias primas, una situación que perjudica en especial a los países emergentes. La demanda China es vital para estas economías y ahora mismo el petróleo y el cobre están en valores mínimos que no se veían desde hace seis años, con el barril por debajo de los u$s 47. El ejemplo es Kazajistán, el mayor exportador de petróleo de Asia Central, que ayer decidió abrir al mercado la cotización de su moneda, el tenge, y que en sólo unas horas perdió una cuarta parte de su valor frente al dólar, con lo que ya cotiza en mínimos históricos” (www.elmundo.es/economia/2015/08/20).  
   La devaluación de la moneda china derriba los factores que contenían un estallido de la política económica K. Los opinólogos aseguraban que el gobierno podría aguantar hasta diciembre a fuerza de endeudarse, pero el estallido de la crisis hizo que en Brasil se estén deslomando la burguesía y el propio Obama para que Dilma no caiga. La patronal carioca para hacer pasar el ajustazo puso como excusa el combate contra la corrupción (algo inherente al capitalismo), esto abrió una crisis social descomunal con posibles huelgas gigantes ya que la agenda -que en Argentina Massa Scioli y Macri tienen que instalar- ha provocado en Brasil un fuerte ajuste contra los que trabajan. Por lo tanto la salida devaluatoria en nuestro país resultará sólo un estertor que devendrá en un colapso superior. ¿Y si el ajustazo lo determina el mercado llevando todo al desmadre?
  La devaluación vuelve a plantearse en conexión con una crisis mundial como en 1982, 1989/91 y 2001. Pero la crisis que transitamos ya tiene 8 años y es récord histórico. La crisis del 2001/2002 puso en el gobierno a los partidos bolivarianos (Chávez, Lula, los K, Correa y Evo). Con el agravamiento de la presente crisis todos los gobiernos bolivarianos están agotados.  
  El PO/FIT coloca como salida a la crisis la agenda obrera y socialista:
  Salario igual a la canasta familiar, 82% de Jubilación.
Contra la devaluación y el tarifazo: Ajuste mensual del salario, jubilaciones, asignaciones y planes sociales.
Contra los despidos: Reparto de las horas sin afectar los salarios.
Nacionalizar bajo control obrero el comercio y la banca. Cese del pago de la deuda. 
Unidad socialista de América Latina.

   (*) Del Partido Obrero