Páginas

miércoles, 5 de agosto de 2015

La semana en pocas palabras

Informe Económico Semanal del Banco Ciudad
A los problemas propios que arrastraba la economía local se sumaron esta semana noticias negativas provenientes del exterior, las cuales tienden a embarrar aún más una transición que lucía de por sí complicada.
En Estados Unidos tiende a consolidarse la idea de que la “Fed” podría subir sus tasas de interés en el corto plazo, lo cual combinado con las perspectivas de un menor crecimiento en China viene presionando a la baja las cotizaciones de las materias primas y gatillando una salida de capitales de los países emergentes, con la consiguiente depreciación de sus monedas. Dentro de esta tendencia generalizada, Brasil viene siendo una de las economías
más golpeadas, afectada tanto por las condiciones generales del mercado como por una crisis política interna y de confianza.
Para Argentina, los resultados más relevantes de estos movimientos han sido, hasta ahora, una caída del precio de la soja, junto con la brusca corrección experimentada por la moneda brasileña, que cerró la semana en 3,4 reales por dólar, su mayor nivel en 12 años, acumulando una depreciación nominal del 44% desde inicios de 2014. Esta situación ha llevado a que el peso argentino (casi fijo contra el dólar) se haya apreciado contra la moneda del país vecino un 39% en términos reales en el último año y medio, exhibiendo un ajuste similar al registrado tras la devaluación brasileña de 1999 (42%), la cual significó un duro golpe para la industria argentina, del cual ya no pudo recuperarse.
Ante este deterioro del escenario internacional, sumado a la persistencia de los desequilibrios macroeconómicos internos subyacentes y la propia incertidumbre pre electoral, en la última semana las cotizaciones alternativas del dólar continuaron bajo presión en nuestro país, en un marco en el que la suba de tasas reguladas para los plazos fijos minoristas no ayudó a frenar el proceso de dolarización de portafolios. La cotización del dólar “blue” finalizó en torno a los $14,94, incrementándose un 3% con respecto al cierre de la semana previa y un 12% en el último mes, manteniendo la brecha cambiaria por encima del 60%. El “dólar contado con liquidación”, en tanto, avanzó de forma más moderada en la semana, posicionándose en $13,2 (+1,5%), contenido a partir de la intervención oficial en el mercado de bonos, a la que se sumó una fuerte presión sobre inversores institucionales (como aseguradoras y fondos comunes de inversión) para que se sumen a la venta de títulos en dólares, dada la limitada “munición” de los entes oficiales y la larga carrera que resta de aquí a octubre.
Asimismo, ante este escenario que claramente complica la generación de dólares comerciales y dificulta el acceso al financiamiento externo, es altamente probable un endurecimiento de las restricciones cambiarias en los próximos meses, lo cual podría amenazar la incipiente recuperación económica en ciernes. En este contexto, surgieron versiones de que el BCRA buscaría acordar una ampliación del swap de monedas con China, sumando al menos USD 5.000 millones a los USD 11.000 millones de la línea hoy vigente, de la cual se encontrarían tomados alrededor de USD 7.400 millones. El objetivo sería amortiguar (al menos transitoriamente) el efecto sobre las reservas internacionales derivado del pago del BODEN 2015 de octubre, en plena recta final de las elecciones presidenciales.
Con todo, estos son resultados a todas luces insostenibles y, si bien el gobierno lo sabe, resulta evidente que el objetivo oficial pasa por llegar en las mejoras condiciones posibles a las PASO del 9 de agosto y a la elección general de octubre, sin importar la pesada herencia ni los problemas barridos debajo de la alfombra con los cuales deberá lidiar el gobierno que asuma en diciembre.