Frente a la falta de voluntad manifiesta de los concejales del FV, las proteccionistas han decidido demostrar su disconformidad públicamente con esta movida, ya que "sólo pedimos que se disponga el cambio de vehículo para que los caballos no sean maltratados. La tracción a sangre animal debe ser reemplazada por otro modo de transporte, como los triciclos, por ejemplo.", sostienen. "De ese modo también se resguarda a los niños del trabajo infantil, ya que la mayoría de los carros lleva chicos que ayudan a levantar de la vía pública los elementos desechados por comercios y particulares", dicen.
A las puertas del deliberativo, Hernán Colombo Russell, asesor del concejal Salvador Baratta, les explicaba a las proteccionistas que era improcedente dictar una ordenanza municipal para prohibir lo que ya está prohibido por una ley provincial: la tracción a sangre.
