En el primer plenario que el russismo hizo después de las PASO, no hubo autocríticas desde la dirigencia, y como contagiados del oficialismo, sí hubo palabras agraviantes a los medios, como la concejala Adriana Storni que se refirió en forma injuriosa a La Defensa, o el candidato a primer concejal Rubén Ferretti que calificó de “pedorros” a los medios locales (claro, él vive en Puerto Madero).
Salvo una señora que llorando decía: “Nos mintieron, dijeron que íbamos a ganar por el 45 por ciento y apenas sacamos el veinte”, el resto no hizo autocrítica. Nicolás Russo le bajó el tono al magro resultado y calificó a las PASO como “una consulta”, y mirando adelante, exhortó a cargar las tintas contra los candidatos de la competencia: De Julián Alvarez hay que hablar de su inexperiencia y de que es un “socio de Darío”, y de Nestor Grindetti destacar que no vive en Lanús y que cuando ganó como concejal no quiso asumir.
Entre la gente causó profundo desagrado el vedetismo de la Storni, que sólo habló de sí misma, y la insignificante autocrítica general que ni siquiera tocó aspectos como el de la fiscalización.