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jueves, 16 de julio de 2015

Francisco, desabrido imitador de “El Loco”

por Lisandro Martínez*

  lisandromartinez47@yaho.com.ar


El papa ha tomado de Giovanni di Pietro Bernardone (“Francisco” de Asís) su seudónimo, esto le permite -por ahora- usar como paraguas la inigualable humanidad del “Loco de Asís”. Hay que señalar para medir la diferencia abrumadora que separa a  “Fratello Sole, Sorella Luna” de Bergoglio, que el joven rico nacido en Asís actuó en consecuencia con sus dichos, delimitándose tajantemente de la porquería señalando: “Si quieres ser perfecto, ve, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, luego ven y sígueme.”
   Lejos de seguir el modelo del virtuoso pordiosero, el pecador descarriado Jorge Bergoglio se ha lanzado a emitir una catarata de imposturas con las que cada día se mete en camisas de once varas y hasta en honduras de las que sale embardunado hasta el “solideo” y mostrando su verdadero y reaccionario perfil.
  Fue evidente la cara de asco que mostró ante cámaras el profanador de Asís cuando el presidente indigenista Evo Morales le entregó una cruz formada por una hoz y un martillo, que era la Condecoración Orden al Mérito Luis Espinal Camps, que la Asamblea
Boliviana había establecido el 30/6/2015 como reconocimiento que “será otorgada a todo ciudadano que profese una fe religiosa y que se haya destacado por su labor en la defensa de los pobres, marginados y enfermos de la sociedad”. El Senado Boliviano informó que el primero en recibir tal distinción sería el papa. 
  La “cruz comunista”, como se la ha bautizado en los medios retrógrados, es una réplica de una figura tallada por el sacerdote jesuita español Luis Espinal Camps, un cura obrero que fue torturado y asesinado por paramilitares en La Paz en 1980 por denunciar la violencia política en el país. Bergoglio cuando el indígena lo premiaba con la distinción murmuró un discriminatorio: “Eso no está bien”, recordando amargamente que un fantasma recorre el mundo y si se corporiza se acaba la demagogia. Luego sus agentes de propaganda le insistieron al maleducado “cuervo” que debía llevarse la condecoración aunque después la tirara a la basura. 
  El pretendido intérprete de dios en Paraguay ante sus fieles volvió a decir su “¡Hagan lío y organícenlo bien”, y se refirió a una alternativa económica “de inspiración cristiana”, sin duda tomada de la Doctrina Social de la Iglesia publicada ¡¡en 1843!! por el papa León XIII, quien junto con otros elaboró el pérfido eslogan: “Justicia Social”. 
  Esa doctrina “social” de inspiración cristiana es la que estimuló a una fundación conservadora, llamada en Argentina, “Damas de Caridad”. Aquí y en el mundo la lucha obrera organizada desculó que la “caridad” era profundizar el sometimiento al capitalismo, acompañada por hostias y promesas venturosas en el más allá. Por lo tanto para combatir a ese enemigo traicionero, había que luchar por el salario, la jubilación, las obras sociales, el aguinaldo etc. La Doctrina Social de la Iglesia la aplicó Francisco Franco durante 40 años de dictadura, combinando púlpito con garrote vil. Y Hitler con cámaras de gases y liquidación masiva de la oposición política mientras Pío XII bendecía el genocidio en nombre de parar el crecimiento del comunismo a nivel mundial. 
  La sanata papal de Bergoglio es otra de sus imposturas ya que el número 1 de la Iglesia, que denuncia al capitalismo como injusto y quiere aplicar “la Doctrina Social”, ha contratado al Deustche Bank para reestructurar al Banco Vaticano, en lugar de “vender todo lo que tiene y dárselo a los pobres”. Pero más aún si el pecador Bergoglio quiere denunciar a buitres y usureros que empobrecen cada día más a los pueblos tiene en el Deustche Bank a una entidad prontuariada por las propias entidades financieras y bancarias que lo han condenado por manipular en provecho propio la tasa Libor, que es la referencia de los contratos comerciales y financieros internacionales. 
  El papa ha señalado también que “las ideologías son malas”, ocultando que los jesuitas son una orden ideológica, militar y religiosa en acción. La religión -cualquiera de ellas- es la más completa de las ideologías que explota el miedo, trabaja la culpa y establece un dominio de los individuos por el terror instalado en el inconsciente del creyente, quien es amenazado con el infierno y los demonios más atroces ante cualquier disfrute humano.   
  Tomás de Aquino es el ideólogo que estableció el poder feudal de la Iglesia Católica, es quien montó la coartada jerárquica, la infabilidad papal y el gobierno terrenal emanado de la gracia divina.     
  La religión es un régimen de sometimiento y subordinación a mandatos divinos escritos por explotadores de las miserias humanas y del trabajo ajeno. Para combatir esa ideología perversa de toda perversidad, que atenta contra el cuerpo, el placer y la vida misma, se necesita haber conquistado la mayor incredulidad; sólo los impíos podrán establecer el camino independiente del hombre en pos de su libertad para ganar colectivamente la justicia terrenal. 
  Diecisiete siglos de oscurantismo feudal más cuatro de capitalismo y sacristía es una rémora que debemos sacudir.

(*) Miembro del Partido Obrero