por Omar Dalponte
omardalponte@gmail.comCuándo en 2007 el actual intendente ganó las elecciones y se hizo cargo del gobierno municipal puso sobre sus hombros una enorme y difícil tarea. Habían transcurrido cuatro años de gobierno kirchnerista durante los que la relación entre don Manuel Quindimil y Néstor Kirchner no fue de las mejores. Mientras los intendentes de Lomas de Zamora y de Avellaneda, por ejemplo, aprovecharon el período de despegue del gobierno nacional iniciado en 2003 y recibieron aportes importantes para concretar obras en el inicio de sus respectivas administraciones, Lanús –debido al rechazo de Quindimil hacia Kirchner- quedó postergada. No por culpa del gobierno nacional, sino por la forma de pensar y de actuar del viejo político local quien, en esa oportunidad, no tuvo la cintura política necesaria para ubicarse en el nuevo escenario. La falta de olfato del veterano dirigente y su animadversión al rumbo que el santacruceño imponía a la política desde la presidencia de la Nación costaron caro a nuestra ciudad. La visión conservadora de
don Manolo no le permitió comprender la transformación profunda que se estaba operando en el país y con total disgusto perdió la conducción del municipio y del Partido Justicialista local. Las adjetivaciones de Quindimil contra Néstor y Cristina Kirchner, seguramente guardadas en los archivos de La Defensa y de otras publicaciones (ver Los Andes, 23 de junio de 2004) han sido verdaderamente notables. Pero el tiempo pasa y el autor de esta nota, adversario acérrimo del quindimilismo en su época, hoy escribe con total respeto hacia quien siempre fue elegido democráticamente. Haber sido apoyado masivamente por el voto popular le otorga a don Manuel Quindimil, sin ninguna duda, un lugar destacado en la historia local y lo hace acreedor al reconocimiento de amigos y adversarios.
A su tiempo, tal como dijimos, Díaz Pérez tuvo que remontar una cuesta muy empinada. Parte del aparato político montado en Lanús en decenas de años, con sus resentimientos y mañas acumuladas, lejos de facilitar la gestión del intendente electo en 2007 puso muchos palos en las ruedas y no fueron pocos los que a través del rumor y de acciones conspirativas ayudaron a crear, en algunos sectores de la sociedad, un clima de insatisfacción que causó daños no menores al funcionamiento del gobierno comunal. Aún así, la obra de gobierno de Darío ha sido muy positiva y en estos meses que restan de mandato habrá realizaciones sumamente importantes.
En este tiempo electoral, cuando ciertos insidiosos imaginaban –y deseaban- enfrentamientos virulentos y una guerra política sin cuartel dentro del kirchnerismo, se impuso la vieja y feliz fórmula del peronismo: La unidad del conjunto para enfrentar a los adversarios comunes. Y así se llegó, aplicando una buena dosis de sentido común, a resolver las listas de candidatos de Lanús y de la Tercera Sección del Frente para la Victoria que, en definitiva quedan encabezadas por Díaz Pérez, Julián Álvarez y Roberto Crovella para senador provincial, intendente y consejero escolar respectivamente.
Ganando la elección de octubre, tal como esperamos, Julián Álvarez asumirá la intendencia en un marco diferente al de 2007. Álvarez llega sin el desgaste de una lucha interna, respaldado por una lista de unidad, con un municipio adelantado en muchos aspectos y por una corriente kirchnerista con inserción en todo el territorio nacional: La Cámpora. Tiene además el apoyo de la presidenta de la Nación y del candidato del kirchnerismo, Daniel Scioli. O sea que cuenta con un capital político no pequeño que le permitirá gobernar con la tranquilidad necesaria para continuar, en nuestro distrito, con la obra iniciada por Darío e impulsar, desde aquí, el proyecto nacional que seguirá su marcha después de octubre con la conducción de Cristina en el Movimiento Nacional Peronista Kirchnerista y de Daniel Scioli a cargo de la presidencia de la Nación.
Esperamos resultados favorables y luchamos por obtenerlos. Y así como inteligentemente no caímos en divisiones absurdas que sólo ayudan a los enemigos del campo popular, hay que insistir en la tarea de abrir las puertas a las compañeras y compañeros que por diferentes razones se alejaron de nuestras filas. Faltan muchas cosas, pero si el voto popular acompaña una vez más al peronismo kirchnerista, los próximos años seguiremos avanzando. Seguro.
(*) Iniciativa Socialista