Cuando Eduardo Ugarte, ayer fue a la salita sanitaria de Villa Giardino, en Diamante, se encontró con un cuadro de devastación digno de una posguerra. “Pude tomar fotos como por ejemplo del lugar de la ambulancia que es un depósito de cachivaches. No hay calefacción ni agua en los baños: se manejan con baldes. Las estufan pierden gas, los ventiladores no funcionan todo está corroído por la humedad. Los bajomesadas están comido por las hormigas. ¡Más que un centro de salud es una chatarreria!”, relata Ugarte.