miércoles, 17 de junio de 2015

La decadencia moral de carta abierta

por Omar Dalponte*

Durante una entrevista radial  Eduardo Jozami declaró que “tiene la expectativa de que Máximo Kirchner sea candidato a vicepresidente de Daniel Scioli, para que luego, en caso de que este último llegara a la presidencia, renunciara para dejar la jefatura de Estado en manos del referente de La Cámpora”.
Jozami no es uno de tantos delirantes que algún sábado, después de pasear el perro y desayunar  en una confitería de la calle Santa Fe, concurre a la Biblioteca Nacional para hablar del sexo de los ángeles.
Eduardo Jozami es uno de los principales referentes de Carta Abierta y sus dichos adquieren una relevancia muy especial. Evidentemente, por parte de esta agrupación hay un claro propósito de desperonizar al kirchnerismo porque, en definitiva, el olor a pueblo los descompone.
Este grupo de “intelectuales” que predica arriba de un carajo dice que apoya el proyecto que conduce Cristina pero descalifica a quienes podrían ser los candidatos definitivos de nuestro espacio.
Apostrofan como si fuesen gigantes y proceden como cucarachas cuando se mofan de un tipo a quien le falta un brazo.
Vomitan moralina y algunos chupan de la teta del estado para producir un escrito de tanto en tanto que, al final, leen solamente ellos. Difícilmente algún compañero que se rompe el lomo en un taller o padece frío revocando paredes sobre un andamio se conmueva con  el lenguaje aburridor de los galimatias que publican esporádicamente.
Toman el “antisciolismo” como bandera para caerle bien a los que les gusta que les hablen de “las debilidades del peronismo kirchnerista”.
Se preocupan en atacar a un  candidato nacional del Frente para la Victoria pero no producen acciones significativas para que Recalde haga una buena elección en la Capital Federal.
En algún momento confiamos en la lealtad de Jozami y de Forster para defender el proyecto nacional y el modelo kirchnerista. Ya no. Alguna vez nos entusiasmamos con Carta Abierta. Ahora comprobamos que su decadencia moral no tiene remedio.
Sabemos que dentro de Carta Abierta aún quedan compañeros valiosos. Esperamos que sepan conservar su dignidad y pongan las cosas en su lugar.
  (*) Funcionario municipal y miembro de Iniciativa Socialista