por Lisandro Martínez*
lisandromartinez@yahoo.com.arNéstor Grindetti, candidato a intendente dijo: “Aquí en Lanús, la lista (de intendente, concejales y consejeros escolares) la armo yo” (La Defensa 13/5/2015).
El 19/6 Massa le bajó la lista en Lanús a Noelia Quindimil. El 20/6 por indicación de Cristina Kirchner, se reunieron el stalinista Carlos Zannini, de Pedro de La Cámpora, Julián Álvarez candidato a intendente de Lanús y Darío Díaz Pérez a quien le dieron el retiro anticipado. DDP irá de candidato a senador: el acuerdo mafioso garantiza que no habrá auditoría pública que revise el saqueo al erario municipal cometido por la camarilla de DDP.
El Argentinazo en 2001 destruyó el sistema hipócrita de los llamados partidos tradicionales, donde el enjuague y los acuerdos en los boliches a espaldas de los afiliados marcaban la cancha. Ahora sin tapujos, los punteros que dirigen estas organizaciones en su mayoría de prontuariados han perdido todo los escrúpulos y son quienes arman y desarman listas y candidatos con una sola preocupación: manejar los presupuestos municipales, provinciales y nacionales, reasignando partidas y desviando fondos.
Que nadie se llame engañado en Lanús y en el resto del país; éstos son los candidatos que
compran encuestas, cuyas camarillas son dirigidas por consultores de imagen y asesores políticos que lo único que multiplican son las cuentas bancarias (propias y de sus asesorados).
El colmo de toda esta conspiración de espaldas al pueblo es el acuerdo general para darle continuidad a la “Asignación por hijo”, pero mientras tanto pérfidamente no fijan por ley que se prohíban suspensiones y despidos de los padres de esos hijos ni establecen un plan de industrialización del país, utilizando los fondos que se destinan al pago de la cincuentona fraudulenta deuda externa.
CFK y Zannini se deshicieron de Randazzo, un inescrupuloso que rearmó por indicación de Ella a la patota de Pedraza (Sassia, secretario general de la Unión Ferroviaria, propietario de una cooperativa de trabajo en negro dentro del ferrocarril; Bran el cajero de Pedraza desde 1993, etc´tera). Mientras el ministro disimula la entrega del patrimonio nacional de los bienes ferroviarios atacando a los trabajadores, los medios de la “corpo” lo toman como víctima y lo señalan como un fiel escudero con integridad moral al que no se le permite participar en la puja “democrática”.
La caída de Randazzo, decapitado en el altar del control de los negocios que establece la presencia del comisario político Zannini, fue acompañada por el derrumbe producido en la estación Bernal del Roca el 18/6/2015. Esta es otra consecuencia de la estafa perpetrada desde 1993 por Menem y los sucesivos gobiernos de la “democracia” que no establecieron inventario de bienes, auditoría, ni balances. El plan de vaciamiento de los ferrocarriles argentinos por los funcionarios de la burguesía nacional incluyó la liquidación de los talleres que producían locomotoras, motores, repuestos, entregándolos a manos de los privatizadores como Roggio, al testaferro de la familia Alfonsín, Romero o a los Cirigliano, socios comerciales de los K. Los Bran junto a sus patotas vendieron el patrimonio ferroviario como chatarra.
El derrumbe -de casualidad sin víctimas- de la estación Bernal, señala responsabilidades políticas y económicas de un régimen dedicado al saqueo nacional. Esa estación era parte de un plan que contempla la renovación de 120 estaciones en Buenos Aires y el área metropolitana, a ser concluido antes de fin de año con una inversión de $2000 millones provistos por el Banco Mundial. “La puesta en valor” (lo que en casa llamamos refacciones) la hacen empresas contratistas, seguramente cooperativas ligadas a la burocracia sindical que abarata los costos, se sobrefactura para afanarse la parte gruesa de los préstamos con cláusula de devolución como deuda externa.
Como todo cartón pintado, la Revolución ferroviaria se cae con la primera lluvia y deja al descubierto la profunda descomposición social de la clase que gobierna.
Al punterismo para armar listas afines a las camarillas, a la borocotización y a los candidatos sin partidos, contrapongámosle el desarrollo del Frente de Izquierda como un instrumento que agrupe a los trabajadores y a la juventud sobre bases políticas socialistas.
Auditoría pública en la Nación, la provincia y los municipios, controlada por vecinos y trabajadores.
Nacionalización integral de los ferrocarriles, controlados por sus obreros y usuarios.
(*) Del Partido Obrero