Lo hago convencido que la exhibición de afiches, y publicidades de todos los tamaños y tipos, llega a constituirse en una ofensa al sano criterio del votante, cuando no, una acción que tiende a saturar el debate. Casi una obscenidad en tiempos en que la pobreza se hace cada vez más grande en Lanús. Un despilfarro innecesario, que quizás advertimos nosotros, por no contar con los fondos que tienen otros”.
Para Florio, “es necesario que se produzca un debate que supere la exhibición de caras y nombres que pueden llegar a significar nada, si no se lo asocia a una solución a los problemas de los vecinos. Todos reclamamos y prometemos mayor seguridad, pero quizás lo planteamos con perspectivas distintas y medios no deseados. Seguramente queremos una mejor salud, como una educación de calidad, o mejores prestaciones de servicios, o formas de asignar recursos pero los vecinos no saben que deseamos o propiciamos. No basta decir qué, sino cómo. Y eso se logra con un debate. Si llegara a coincidir en los medios, que se transformen en un compromiso para futuro, un acuerdo en la diversidad de enfoques y opiniones. Si no se coincidiera que el vecino pueda elegir.
Porque creemos tener propuesta abarcativas, realizables, sustentables, y necesarias es que auspiciamos este debate público, que creemos posible e imprescindible.
Porque creemos que el debate de ideas y propuestas nos acercan a una democracia de calidad.Porque es necesario que la ciudadanía vote ideas, y no se deje apabullar por la política “marketinera” o la mera confrontación de afiches y propaganda”.
