por Víctor Lopreiato*
Leyendo los diarios, escuchando las radios, o mirando los noticieros, nos enteramos que es lo que sucede en nuestro país y en el mundo, pero es en la calle, en el trabajo, charlando con nuestros hijos, con vecinos o amigos, cuando nos enteramos qué es lo que sucede a nuestro alrededor, en nuestro microcosmos, en nuestro barrio, en nuestra ciudad.La idea anterior me llevó bucear en Internet y a buscar entre mis libros, alguna explicación sobre la situación de nuestro país, de nuestra provincia y por supuesto de nuestro Lanús. Y encontré cómo sentía y cómo pensaba una de las mentes políticas más brillantes e influyentes de nuestro tiempo y que hace muy poco nos dejó, el doctor Nelson Mandela. Él decía: “Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una
cáscara vacía aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento”.
Este tipo de pensamientos, nos tiene que llevar en este año electoral, a elaborar una reflexión, para aquellos que somos ciudadanos de a pie, pero fundamentalmente deberían reflexionar aquellos que se postulan para ejercer cargos públicos y que piden y hasta a veces ruegan por un voto de confianza, y una vez llegado a ese cargo se olvidaron de la confianza que les dio el pueblo.
Las últimas noticias, sobre un resonado secuestro de un importante empresario inmobiliario del distrito, la misteriosa desaparición de un financista, convirtió a Lanús (según comentarios en America 24), como la tierra de nadie. Esto se suma a la importante cantidad de robos y arrebatos que ocurren en los alrededores de la estación de Lanús, al robo de autos y celulares en todo el distrito, y nos permite decir que la seguridad parece nos estar muy segura.
Otras cuestiones como la postergación de unas 400 intervenciones quirúrgicas en el Hospital Evita, hacen pensar que nuestro sistema de salud está enfermo. Las escuelas del distrito que están reparando, muy lentamente, hace ver que la actividad privada se vea mucho más eficiente, más responsable y muchas veces con mayor calidad, por disponer de más y mejores elementos pedagógicos, es por eso que vemos cursos de escuelas privadas atestados de alumnos y en escuelas públicas se anotan a cuentagotas y muchas veces deben cerrar cursos por la falta de alumnos.
Hace unos meses fui al cementerio y escribí una nota donde expresaba mi indignación por lo que veía, el abandono general del cementerio, y hace unos días regresé y eso no ha cambiado nada.
Los vendedores ambulantes que ocupan sin ningún tipo de problemas el espacio público, los trapitos que pululan alrededor de la cancha de Lanús los días de partidos, la limpieza en la vía pública, etcétera.
Podríamos seguir hablando de casos puntuales que suceden en nuestro distrito y que no solo dependen del intendente, sino también dependen del gobernador, de la presidente, y de los parlamentos respectivos, pero regreso ahora al pensamiento de Nelson Mandela: estaremos en presencia de una cáscara vacía desde el punto de vista democrático, las respuestas a la gente no le llegan, las promesas electorales se multiplican día a día, pero los conflictos sociales se incrementan, y solo vemos que los militantes partidarios defienden sus colores, no los derechos del pueblo. No aparecen sus ideas, por lo tanto no las podemos confrontar. Hoy en un diario de tirada nacional, se publico que nuestro intendente acusó de prácticas políticas desleales y despilfarro de dinero en propaganda política por la enorme diferencia económica que tiene un opositor dentro de su propio movimiento. Pero la justicia dice que las campañas deberían empezar 30 días antes de las PASO, ¿no?, ¿y la Ley?
Ideas, querríamos ideas, necesitamos ideas, yo me acuerdo del viejo eslogan: “Con la democracia se cura, se educa y se come”. A más de 32 años de esos dichos, el país según algunos políticos está mucho mejor, pero por otro lado esos mismos están generando un plan para el abaratamiento de las garrafas, mejorar el plan progresar, actualizar la asignación universal por hijo, porque la inflación se comió todo, en vez de proponer trabajo genuino, Alberdi decía: “Gobernar es poblar”, y tendríamos que generar pueblos y barrios en el interior de la provincia con las respectivas fuentes de trabajo y todos los servicios necesarios, pero vemos los carritos dando vueltas por todo el distrito buscando algo, que cada vez es menos, se amontona la atención en los hospitales públicos, la seguridad deja mucho que desear, e insisto con la pregunta, por más que votemos y tengamos parlamentos, ¿no estaremos frente a una cascara vacía?
(*) Profesor de matemática en escuelas secundarias de Lanús