Hasta el miércoles último, las calles de Lanús, enchastradas de publicidad proselitista, evidenciaban en paredes y pasacalles, un predominio absoluto del poder político municipal. Pero luego del maltrato que le prodigaron los dariistas en el Concejo Deliberante, Julián Alvarez ordenó a sus huestes que salgan a tapar a Darío Diaz Perez de las paredes de Lanús, y hasta ahora su orden se cumple al pié de la letra, con un perjuicio evidente para el castigado paisaje urbano.
La interna lanusense en el sector K, se calienta y ahora se lo ve al dariismo desesperado porque su enemigo para las primarias, Alvarez, está al tope de las encuestas y su candidato, el actual intendente, por el piso.
Por eso no extrañan las declaraciones de Ismael Alé, quien tal vez en un acto fallido, dijo que se postulaba a la intendencia “para darle una mano a Darío”. Y otro tanto hacen el abogado Hernán Lakota, funcionario municipal; y la multifacética Mabel Gagino. Tres candidatos aliados del dariismo, que van a tratar de sacarle votos a Alvarez.