Lo que prometía convertirse en un potente fuego en el Concejo Deliberante -por el pedido de destitución de Hector Bonfiglio como presidente- tal vez no pase mañana cuando se realice la sesión especial, de una modesta charamusca, y el hombre cuestionado, seguirá comandando ese organismo al que entró como concejal en 1989.
El que primero se fue al mazo es Nicolás Russo que no sabía qué argumento inventar para no pedir la cabeza del julianista Bonfiglio.
Después fue Martín Medina, concejal del bloque Pro -donde surgió la inicitaiva- diciendo que iban a aceptar que “la primera minoría”, o sea el dariismo determine quien será el presidente.
En el medio quedó el bluff del intendente, quien amenazó con lanzar la candidatura de Gabriel Dimasi para el cargo.
Así las cosas, la oposición demostró que en materia poítica está en pañales, y al parecer el único que puede modificar el tablero es el mismo Bonfiglio quien asegura que está “cansado de tanto manoseo”.