
“Esto confirma nuestra apreciación en el sentido que la polarización se va a dar entre la continuidad de la vieja política (sin distinguir partidos) y lo nuevo que representan Mauricio y el Pro. La gente quiere un cambio, perdió la fe y la esperanza en las viejas estructuras partidarias y a Massa lo perciben más cerca de éstas que de una nueva forma de pensar y desarrollar la política. Scioli va a correr la suerte del oficialismo. Se nota que todo este lío del verano les pegó”, sostiene Grindetti, uno de los ministros más “politizados” del gabinete porteño, analizando las encuestas que lo dan a Macri al tope de los candidatos.