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martes, 24 de febrero de 2015

No les tenemos miedo. Aportes para el debate

por Omar Dalponte* 

omardalponte@gmail.com

(Primera nota)
  Como aporte a las discusiones cotidianas que en este momento ocurren en nuestros ámbitos militantes, me permito acercar algunas líneas. Creo que pueden se útiles para responder a quienes, sin otro fundamento que el odio al Peronismo Kirchnerista y con el deseo de sepultarnos en un pasado que hemos superado, nos atacan e intentan producir enfrentamientos entre nosotros.
Temas en discusión que preocupan.
  Candidaturas: Nuestros candidatos serán los que resulten triunfantes en las P.A.S.O. que se realizarán en el mes de agosto. Finalizadas estas elecciones primarias nuestra única herramienta electoral debe ser el Frente para la Victoria. Puede ocurrir que el candidato elegido por la mayoría del kirchnerismo no sea del agrado de tal o cual integrante del espacio. Pero esto no debe ser motivo para que se hagan intentos de "ir por afuera" . Una mala decisión como esta sólo contribuiría a dividir y debilitarnos electoralmente. El compañero que triunfe en las PASO debe ser el candidato de todos los kirchneristas. Es imprescindible respetar la decisión de la mayoría.
Una reacción acertada. No les tenemos miedo.
  El jefe de Gabinete Jorge Capitanich es uno de los cuadros políticos de excelencia con que
cuenta el kirchnerismo. Cuando públicamente rompió un ejemplar de "Clarín", los alcahuetes de Magnetto trataron de descalificarlo. Y lamentablemente algunos de los nuestros se alarmaron. Capitanich produjo un hecho de gran coraje político al romper en la cara de uno de nuestros máximos enemigos la basura escrita. A los nuestros que se "alarmaron" hay que recordarles que si desde al campo popular se reivindica la figura del CHÉ, no hay que asustarse porque un jefe de Gabinete (nada menos) arremete contra uno de los grandes enemigos del pueblo. Nuestro compañero Capitanich -sin hacer comparaciones- ha respondido de la misma manera que lo hubiese hecho Eva Perón.
En relación a este episodio algún buen compañero que tal vez no analizó adecuadamente ciertos acontecimientos históricos comparó este hecho con la quema del cajón por Herminio Iglesias en vísperas de las elecciones de 1983. Me permito un breve comentario. Si alguien piensa que Alfonsín ganó las elecciones de 1983 porque un bruto como Herminio Iglesias quemó una caja de cartón está en el ABC de la política.
Que es el kirchnerismo
  El kirchnerismo es peronismo más la suma de todos los aliados que comprendieron el significado del proceso abierto en el año 2003. El Kirchnerismo no hubiese sido posible sin el antecedente del Peronismo. Néstor y Cristina vinieron del Peronismo. La historia no comienza cuando llegamos ni termina cuando nos vamos. En síntesis: el Kirchnerismo es una versión actual del Peronismo, enriquecida con el aporte de voluntades provenientes de otras culturas políticas.
Nuestros aliados, especialmente aquellos que proceden de la cultura de izquierda son un excelente aporte. El hecho de su integración al espacio kirchnerista constituye un paso sumamente importante para avanzar en el gran frente nacional y popular que debemos construir para alcanzar la definitiva liberación nacional y social de la Patria. En política integración es sumar diferentes partes a un todo para marchar en unidad detrás de un mismo objetivo. Y esa unidad de concepción para la acción se fortalece con el respeto de cada parte ( y de cada individuo) hacia el resto.
Somos lo que somos: una creación del pueblo.
  El Peronismo tiene su historia. Con sus luces, sombras, aciertos y errores. Con personajes inigualables y admirables por su brillantez como Perón, Eva Duarte, Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Y con sujetos despreciables como Menem o López Rega. Eso lo sabemos muy bien los peronistas. Como sabemos que desde su inicio hasta el presente, la historia del Peronismo, en tanto enorme movimiento de masas y creación auténtica del pueblo, con 70 años de vida, es la más gloriosa y apasionante que registra la historia de las organizaciones políticas de la Argentina.
Trabajar por la unidad.
  ¿En el Kirchnerismo está todo el Peronismo? No. Hay mucho peronismo fuera del kirchnerismo que por distintos motivos acampa en diferentes expresiones políticas y sindicales. A la base de ese peronismo disperso hay que atraerla mediante la discusión fraternal y una práctica política que la integre y le de participación efectiva en la vida del Movimiento Kirchnerista. Respecto a esta necesidad y a la acción que habremos de desarrollar orientada a la recuperación de muchos compañeros, tenemos la seguridad de que algunos de nuestros aliados pueden sentir cierto escozor epidérmico. Deberán comprender que para afrontar las luchas que se aproximan la calidad de nuestras organizaciones es importante, pero el número resulta imprescindible para su fortaleza. Es imposible intentar la transformación de la sociedad con dispositivos políticos anémicos.
Es necesario trabajar mucho por la unidad del Justicialismo y por la unidad del movimiento obrero. En la lucha por la unidad el Kirchnerismo debe tomar la iniciativa y proponerla con todo vigor. No se puede plantear la liberación nacional y social de la Patria con la CGT dividida en 5 porciones. Tampoco se puede proponer una lucha frontal contra los poderes concentrados de la economía y de las finanzas con el Justicialismo dividido. En el futuro la conducción de Cristina debe ser ejercida en un movimiento amplio, mayoritario, policlasista. Un movimiento nacional que por ser nacional será, inevitablemente, un movimiento definidamente antiimperialista. Un movimiento cuya columna vertebral deben ser los trabajadores tal cual lo han sido en los mejores momentos del Peronismo. Ha transcurrido mucho tiempo y muchas cosas han ocurrido en la República Argentina desde los años en que la mística peronista anidaba en las almas de la inmensa mayoría de los trabajadores argentinos y la Confederación General del Trabajo constituía el pilar fundamental del Peronismo. Ha pasado mucha agua debajo de los puentes desde la época de esplendor de las 62 0rganizaciones Peronistas, expresión política del peronismo en el Movimiento Obrero. Los trabajadores, en la base del movimiento obrero, independientemente de sus conducciones, seguramente por herencia histórica, aún hoy conservan una mirada favorable hacia el peronismo. Es más: muchísimos trabajadores son peronistas aunque no de la manera que lo fueron los obreros hasta los primeros años de la década del 70. Ni siquiera su peronismo es similar al que expresaban los trabajadores que acompañaron a Saúl Ubaldini en los 80. Tampoco, las disputas intestinas en los gremios es igual a la de tiempos pasados y el movimiento obrero, salvo algunas de sus parcialidades y en ocasiones aisladas, protagoniza movilizaciones multitudinarias acompañadas con fundamentos programáticos.
La salida del infierno.
  Tengamos presente que un obrero que hoy tiene 65 años, edad para jubilarse, cuando murió Perón y derrocaron a Isabel Perón tenía 25. Vale decir que los que actualmente rondan los 60 años, lo mejor de su vida lo pasaron bajo 7 años de dictadura cívico militar, los sucesivos fracasos radicales y la década infame del menemismo. Además han padecido el daño que dirigentes sindicales traidores le hicieron al movimiento obrero pactando con la dictadura y asociándose con el neoliberalismo. 
                                                                                                    (Continuará)
   (*) De Iniciativa Socialista