El “negocio” de las ambulancias en el Vecinal

Darío Diaz Perez y Julián Alvarez entregan ayuda al Vecinal

  Las ambulancias que le son donadas al Hospital Narciso López, muy pocas veces llegan directamente al nosocomio. Los donativos al Hospital Vecinal, de entidades como el Banco Interamericano, o los gibiernoes federal y provincial, se efectúan a la Cooperadora del Hospital Narciso López, y el hospital debería realizar el trámite de inscripción ante la oficina de Patrimonio y Automotores del Ministerio de Salud y a partir de alli, la provincia otorga los vales de combustible, paga seguros y supervisa las reparaciones a través de su departamento de Automotores. 
   Pero si el móvil permanece administrado por la cooperadora todos estos organismos de control serían salteados, y qué pasa: que nadie supervisa qué, cómo y quien efectúa las reparaciones de las ambulancias.
  En el hospital no se hicieron los trámites patrimoniales, a pesar de la insistencia del administrador, “porque el subadministrador Claudio "Tato" Calviño se hace cargo de las
reparaciones sin pedir presupuestos, y sin ningún tipo de control. Fue entonces que apareció el ´móvil diabético` como lo llaman en el hospital, porque dicen que ‘alguien’ le puso azúcar en el cárter y en el filtro de aceite a una ambulancia para inventar un arreglo por el que se pagaron $17.000 el año pasado, y cuando fueron a indagar al mecánico este se asustó y cantó todo: -Fue un dibujo la reparación-”, dicen las fuentes que dijo.   Por eso se instruyó un sumario cuyo expediente cajoneó el “montonero” Antonio Brunetti, entonces director del Vecinal. “Las facturas del arreglo están bien guardadas. Y los datos del mecánico también, y estos son los motivos por los que los móviles nuevos no pasan al patrimonio del hospital”, razonan las fuentes.
  La pregunta del millón es: ¿Porqué el actual director, Juan Moretti no firmula una denuncia penal, aunque sea para quedar a resguardo de la investigación a fondo que alguna vez podría llegar a suceder?