Por la mañana el Concejo Deliberante de Lanús, aparecía custodiado por un batallón entero de policías.
No había sesión, casi no hay actividad en esa casa, entonces la pregunta: ¿Cuál era la amenaza en ciernes para que el presidente del ese cuerpo, Hector Bonfiglio, solicitara tal presencia policial, en desmedro de una ciudadanía asolada por la delincuencia? Y la respuesta es para caerse de espaldas: Bonfiglio y compañía se sentían “amenazados”, ante la posible concurrencia de vecinos que iban a reclamar por problemas barriales, y porque los médicos y enfermeras del Hospital Vecinal iban a pedir auxilio para ese descalabrado nosocomio.
Increíble el nivel de aislamiento que padecen hoy los 24 “representantes del pueblo”.
¡Ah, pasado el mediodía, ninguna de las dos “amenazadoras” manifestaciones se había hecho presente!