Amore |
En primer lugar es conveniente comenzar desde atrás hacia adelante. Hace unas horas el intendente lo llamó a Nagode y le dijo: -Mirá yo te tengo que echar del cargo de director porque Mariano (Amore) te tiene cagazo, porque tendría que ser él el que te eche porque fue él quien te tomó. Pero de todos modos te voy a nombrar asesor- dijo Darío Diaz Perez.
Hace un tiempo, cuando La Defensa publicó explosivas denuncias sobre irregularidades graves en la Seguridad municipal, Diaz Perez estaba firmemente decidido a despedir al titular del área. Sólo esperaba que Amore regresara de sus vacaciones en Miami para echarlo. Y hasta tenía un candidato, conocedor de primera del tema seguridad para poner en su reemplazo. Pero no hizo nada. ¿Y porqué? “Porque Amore es un denunciador compulsivo igual que Lilita (Carrió) y si se queda afuera prende el ventilador”, explicó el mismo intendente. Y sabe lo que dice: Recuerda que a principios de su mandato, Amore, entonces concejal del ARI, denunció junto a Carrió que el hijo de Diaz Perez estaba involucrado en un caso de drogas, y que el otrora concejal Alberto “Beto” Sierra, tuvo que sacar las castañas del fuego.
Sabe el intendente que Amore no se anda con chiquitas. Y sabe que Amore tiene mucho para contar, como por ejemplo que su cartera comenzó a actuar como una verdadera KGB en
tiempos de las multitudinarias marchas de los viernes por la inseguridad en Lanús. Así, comenzó a urdir historias de desprestigio alrededor de los líderes de esas marchas, como contra la concejala María La Rosa, o contra Nestor Grindetti al que lo emparentaron con los barras de Lanús y contra el edil Salvador Baratta, a quien le inventaron una historia de corrupción policial dandole aire en la radio de un periodista-abogado-malandrín, a un comisario procesado por el mismo Baratta.
Para todo esto hasta contrataron los servicios de un periodista local en el área de Amore, que sacaba fotos de los marchantes de los viernes.
Hoy se sabe: La Secretaría de Seguridad actuó como -y actúa, si no preguntenle al concejal Nicolás Russo- un verdadero cuerpo parapolicial de espionaje interno.
Y como si fuera poco, ahora Amore, triunfante en la pulseada, quiere echar o degradar a los empleados de su cartera que no firmaron una nota contra el ex director, a tal punto que el concejal-delegado municipal, Daniel Piccolo, le tuvo que advertir: -Ojo con desquitarte con los compañeros.