En oportunidad de aprobarse el aumento de un 30% en lñas tasas municipales lanusense, el concejal massista Salvador Baratta lo (foto) había aprobado, en la idea de que “es nada más que blanquear la inflación que padecemos los argentinos, mo es que me satisfaga aumentarles los impuestos a los vecinos”. Y en ese camino, recordó que él presentó el 17 de septiembre de 2013, un proyecto de ordenanza modificando la ordenanza fiscal impositiva. El trabajo impulsaba la eliminación de la multa que se aplica a los contribuyentes por atrasos en los pagos de las tasas que recaen sobre bienes, “ya que con el 6% mensual -que suman un 72% anual- que se aplica en concepto de recargos e intereses, es más que suficiente recargo”, explica el edil del Frente Renovador.
Es que en el artículo 39 de la actual ordenanza fiscal impositiva se prevén las sanciones para los contribuyentes que no cumplan con sus obligaciones fiscales o fuera de los términos fijados, que hasta llegan a duplicar el gravamen dejado de pagar. Y agrega que “además, tales multas se aplican ante retardos de 1 o 2 períodos, de modo tal que el contribuyente debe pagar el doble aún cuando sólo arrastre algunas semanas de atraso”.
Pero como no podía ser de otra manera y dada la “sensibilidad hacia el contribuyente” de los concejales, el proyecto fue a parar al canasto.