Bajo el título: “Una gestión irresponsable en materia de inclusión social", la Unidad Popular analiza la gestión de Políticas Sociales del municipio, a la luz de la interpelación del titular de esa cartera producida en el Concejo Deliberante de Lanús. Curiosamente, ese partido admite que a su concejala, Stella García (foto) no se interesó por el principal motivo que Gonzalez fue llevado al banquillo: la posible corrupción en esa cartera, con megacompras plagadas de irregularidades. Es que del mismo comunicado de UP se desprende que “Las preguntas fueron dirigidas a la entrega de alimentos y elementos básicos a familias vulnerables”, como dice. “También indagamos acerca de las herramientas que el gobierno municipal debiera otorgar a quienes sufren exclusión”, agregan. “Asimismo examinamos las posibilidades con las que cuentan las familias de tomar el rol protagónico con responsabilidad y comprometidos con la nutrición y la alimentación saludable”, prosiguen y rematan: “Finalmente nos propusimos evaluar el rendimiento de las cooperativas”, pero a los sobreprecios no se los nombre. Señalan que “el secretario eludió responsabilidades, no vaciló en mentir, dando muestra de una gestión sorda a las necesidades de los comedores comunitarios, y centros educativos. Sensible a los bolsillos de los proveedores amigos; encubierta bajo el discurso de la “transparencia”, hace del punterismo y el clientelismo su herramienta de poder, dificultando el acceso del vecino a cualquier beneficio, por fuera de aquel mecanismo”.
lunes, 1 de diciembre de 2014
García, la más ligth
Bajo el título: “Una gestión irresponsable en materia de inclusión social", la Unidad Popular analiza la gestión de Políticas Sociales del municipio, a la luz de la interpelación del titular de esa cartera producida en el Concejo Deliberante de Lanús. Curiosamente, ese partido admite que a su concejala, Stella García (foto) no se interesó por el principal motivo que Gonzalez fue llevado al banquillo: la posible corrupción en esa cartera, con megacompras plagadas de irregularidades. Es que del mismo comunicado de UP se desprende que “Las preguntas fueron dirigidas a la entrega de alimentos y elementos básicos a familias vulnerables”, como dice. “También indagamos acerca de las herramientas que el gobierno municipal debiera otorgar a quienes sufren exclusión”, agregan. “Asimismo examinamos las posibilidades con las que cuentan las familias de tomar el rol protagónico con responsabilidad y comprometidos con la nutrición y la alimentación saludable”, prosiguen y rematan: “Finalmente nos propusimos evaluar el rendimiento de las cooperativas”, pero a los sobreprecios no se los nombre. Señalan que “el secretario eludió responsabilidades, no vaciló en mentir, dando muestra de una gestión sorda a las necesidades de los comedores comunitarios, y centros educativos. Sensible a los bolsillos de los proveedores amigos; encubierta bajo el discurso de la “transparencia”, hace del punterismo y el clientelismo su herramienta de poder, dificultando el acceso del vecino a cualquier beneficio, por fuera de aquel mecanismo”.
