Esto le sucedió a Sergio cuando a las tres de la mañana de Navidad se le ocurrió cargar nafta en la estación de servicio YPF de Ayacucho y Centenario: —Delante mío habían 3 coches. Cada vez que se ponían ante el surtidor los autos, la chica que atendía se arrimaba y les decia algo. Cuando me toca a mi, se acerca y dice: “Está cerrada pero si quieren nafta me tienen que pagar a mi 20 pesos y les cargo”. Mi señora le acota: “Pero lo ponós en la factura”. La estacionera alega: “No, eso lo cobro yo”.
Mientras esto sucedía, cuenta Sergio que en la misma estación de servicio había una mesa tendida con pan dulce y sidra, de la que se servían los demás estacioneros y las dotaciones de dos patrulleros de la comisaría 8ª.
El gerente de la YPF se Francisco Pepe y el dueño Juan Pablo Montero, pero Sergio nunca los encuentra para quejarse.