Relata el dirigente político Marcelo Bravo que los vecinos de Juncal y Centenario Uruguayo ya están acostumbrados a vivir asediados por el delito, como hurtos y arrebatos que se reiteraron durante estos días, con presencia policial cero, pero el sábado por la noche el barrio se vio conmovido por una verdadera batalla campal, en la que volvieron a triunfar los malos.
Fue cuando una disputa entre parientes derivó en hechos más graves. “Entre familiares -relata Bravo- se tomaran a golpes y el novio de una de las pibas salió raudamente a buscar amigotes para ajustar cuentas ya que le habrian pegado entre tres primos de su novia dentro de la casa de ella. Al llegar con sus amigos, comenzaron a causar destrozos en la vivienda para que salieran los primeros agresores.Cuando estos salieron, abundaron los gritos e insultos, pero al arribar la policía y Protección Ciudadana, la situación se exacerbó: comenzaron a correrse entre sí los agresores y a tomarse a golpes, hasta que llegaron refuerzos y seis patrullas en total, y abundaron disparos de pistola al aire por parte de los efectivos y escopetazos al tumulto que sin medir la presencia de mujeres embarazadas y niños”.
Dice Bravo que el saldo de la intervención fue dos heridos por balas de goma -ajenos al conflicto- vehiculos dañados y “obviamente ningún detenido, ya que los efectivos sugirieron a los integrantes de la bandita justiciera que se fueran así nomás sin siquiera apercibirlos, aunque al menos uno de ellos estaba armado con una faca”. Y subraya que “la pregunta que nos surge al secretario de Seguridad Amore, a Granados, a Dario, a Scioli es: ¿La cantidad hace la diferencia?”