No hay mal que por bien no venga, debe haber pensado el empresario Gerardo Ferrari, cuando -en un lugar que ignora porque lo habían llevado encapuchado- comenzó a inundarse la guarida y los delincuentes que lo tenían secuestrado decidieron liberarlo. Esto sucedió pasadas las dos de la mañana del miércoles, cuando el dueño de Sistema de Fijaciones SA, que había sido secuestrado hacía más de doce horas frente a la casa de su madre en 25 de Mayo y Miller, la estaba pasando mal, porque los delincuentes no confomes con pedirle un rescate millonario a la familia, no paraba de golpear al hombre de 56 años.
La versión de Ferrari dice que no se pagó rescate y que los criminales decidieron dejarlo libre en Lanús oerste, porque se les inundaba el rancho.