Veinticinco horas después de cortada, volvió la energía eleéctrica a La Defensa y así se reanuda el contacto con los lectores.
El corte de luz fue la consecuencia colateral padecida por la inmensa mayoría de los habitantes del distrito, que si bien soportaron un diluvio inédito para el mes de octubre, lo que acarreó el fenómeno meteorológico no tuvo nada de nuevo. Sí que los daños son cada vez peores.
Por ejemplo las inundaciones que padecen los habitantes de todas las localidades svan en aumento. Por ejemplo en materia de inundaciones, la Fortaleza granate hecha un lago, fue la foto más vista de este miércoles para el olvido. También la sede de Lanús pasó las de Caín cuando allí el ventarron se llevó el techo completo. Lo mismo sucedió en le Escuela 17 de Brin y 25 de Mayo al igual que en decenas de hogares del distrito.
Los daños económicos son incalculables, y no sólo los producidos en las viviendas. El día perdido de ventas en los centros comerciales de las localidades del partido, son cuantiosos. La cantidad de mercadería echada a perder por falta de luz, es impresionante.
Algo hay que hacer para ponerle freno a la falta de obras hidráulicas en el distrito. No puede ser que Mariano Amore haya presentado a un amigo para que haga las obras del aliviador, y que el tipo embolse un dineral de adelanto y deje todo parado, con los vecinos de Jardín bajo el agua.
No puede ser que el 80 por ciento del distrito no tenga cloacas. No puede ser que se manden destapar los desagües con un alambre. No puede ser que Lanús tenga una sola conexión, obsoleta como es el Puente Alsina -clausurado durante todo el día de tormenta- y no se planifiquen otras salidas.
Lanús, azotado por la inseguridad, castigado por las lluvias, por el calor, por el frío y por Edesur y por sus políticos inútiles cuando no delincuentes, está en estado de calamidad.