por Heriberto Deibe*
Hoy la política argentina de primera plana gira más en torno a la selfie y la foto que en torno a la idea.Esto es peligroso porque la Idea es el alimento natural de la política y si la selfie remplaza la idea, la política se nos muere hambreada. La idea es la que nos “obliga” a observar la realidad y formular una solución a sus problemas. La idea es un esfuerzo del yo, para el nosotros. La selfie y la foto son especulaciones autoreferenciales.
Esta autoreferencia permanente, que tiene su expresión máxima en la selfie, provoca un fenómeno nuevo en la política que es el de sobrevivir por sobrevivir. Estar por estar. El querer ser, sólo por querer ser. No importa el qué ni el para qué porque, cuando el político se vuelve autoreferencial desnaturaliza la política por la ausencia de Ideas y por no hacer frente a la adversidad, esa circunstancia a vivir, producto y expresión de la realidad.
Si sólo importa sobrevivir, pertenecer aunque no se sepa a qué se pertenece, estamos abandonado la posibilidad de aprender de la realidad y de sus circunstancias, aunque sean adversas. Por lo tanto, este encierro autorreferencial en la foto y la selfie, nos quita la posibilidad de formular Ideas para cambiar la realidad.
¿Cómo vamos a cambiar la realidad del pueblo si la única realidad que conocemos empieza y termina en la foto, en el “pertenecer”, en el estar adentro y salvarnos?
Se comenta que el entonces cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco, le pedía a los políticos que lo iban a ver en audiencia por lo menos tres ideas para la Argentina. ¿No será hora de dárselas?
(*) Del bloque La Juan Domingo