por Marcelo Calvente
Van 34 minutos del primer tiempo
de un partido peleado, con ataques de ambos lados y emociones para todos. El
Pulpito la lleva de izquierda al centro, pisando campo rival con pelota al pie,
cabeza levantada, ojos bien abiertos. Silva baja unos metros y la recibe para
tocársela corta a Romero, que como un rugbyer viene desde atrás en diagonal
hacia derecha y que domina, cabeza levantada, ojos bien abiertos, buscando por
derecha a Araujo, otro rugbyer que viene de atrás. Romero se acerca al trote, amaga
ofrecerse para la devolución pero de pronto cambia de paso y sale en velocidad
hacia el área desairando a su marca. Araujo lo observa con pelota al pie,
cabeza levantada, ojos bien abiertos y le tira un pase de alquimista, que
sintetiza la mejor dirección posible con la velocidad exacta, para que el
cordobés defina con un toque preciso por entre las piernas de Caranta abriendo
el marcador. El gol de Lanús es el producto de una mejor disposición táctica de
un equipo que fue más compacto y más corto. Las diferencias de la que tanto
hablamos. Cuando es largo, los pases a Acosta o Romero son a dividir, tienen
que resolver mano a mano para dejar de estar aislados. En el equipo corto que
le ganó a Central los pases fueron hacia el costado, y el receptor del balón
nunca quedó solo. Por eso Lanús ganó bien, porque jugó con la cabeza levantada,
entregando la pelota con seguridad, con movimientos sincronizados y con una
enorme convicción colectiva.
Si lo observamos con el fixture en la mano, la visita de Lanús a Rosario
Central era casi una final. El Grana fue a buscar tres puntos que necesitaba
para prenderse definitivamente en la pelea, aunque los rendimientos de cada uno
de los candidatos siguen estando sujetos a la cortedad habitual de las rachas del
fútbol nuestro. River, Newell’s y Vélez presentaron
credenciales en la primera parte del Torneo. Primero Vélez, enseguida Newell’s
y ahora River, fueron iniciando el retroceso futbolístico que siempre va
acompañado por los malos resultados. Mientras esos equipos puntearon, Lanús no
dio pie con bola: dos victorias y dos derrotas, y el anodino empate ante
Olimpo, la peor actuación del equipo en todo el semestre, donde se vieron
signos de desorientación y hasta de falta de confianza entre los players. Pero
a partir de la victoria en Avellaneda en la 6ª fechas, Lanús inició una racha
de cuatro triunfos y un empate, el obtenido ante River, con un constante
crecimiento futbolístico, y con aquella misma actitud que los llevó a ser
campeones no hace tanto tiempo. La pregunta es cuanto tendrá que ver la
actuación de Martínez, autor de un golazo, en otra jugada de entendimiento
entre pasador y receptor, de Maxi a la frente goleadora del defensor central,
uno de los mejores cabeceadores ofensivos del fútbol argentino, sino el mejor.
Uno no sabe que es lo que lo margina del primer equipo, el técnico sabrá, pero
cada vez que juega expone su personalidad y sus notables atributos técnicos. Lanús
fue claramente superior hasta el segundo gol, a los
Si la zaga central se consolida y
logra definitivamente moverse al ritmo del equipo, si deja de dar ventajas
defensivas y si no le entrega la pelota al rival, Lanús tiene equipo como para
soñar. Con Araujo y Velázquez dando cátedra en su sus respectivos puestos, con
Somoza como patrón, sin la obligación de largas corridas, con el Pulpito y Ortiz
o Ayala en la doble tarea y la dupla ofensiva entre Acosta y Romero que no deja
de sorprender, la visita a Rosario trajo la novedad de un renovado Santiago Silva,
todavía lejos del goleador que es, pero muy metido en el circuito ofensivo del
equipo. Definitivamente, Lanús entregó la mejor imagen de lo que va del
semestre en un escenario donde los candidatos suelen perder seguido.
El equipo de Guillermo está donde
está porque los demás empezaron a perder puntos. Vélez quedó lejos, Newell`s se
comió un baile de local ante Banfield y empató con Quilmes jugando al
waterpolo. A River le van tomando la mano y hace tres que no gana. En la
próxima fecha ambos se enfrentan en Rosario, mientras Lanús tendrá que
confirmar su andar superando a Godoy Cruz en La Fortaleza. Si de
rachas se trata, hay que prestar atención a Estudiantes y Rafaela. El primero viene
ganando y jugando muy bien, la
Crema tiene notables atacantes, si corrige la faz defensiva
puede dar pelea. Boca y Racing no se terminan de perfilar, y lo de Independiente
con Mancuello en el papel de Patoruzú pertenece al mundo de la historieta.
Cumplida la décima fecha, River pasó a ser
un apurado puntero con 22 puntos, seguido bien de cerca por Lanús, que
no para de ganar y sumó 20. Comienza un tiempo de la competencia donde el
recambio pasa a ser fundamental, y habrá que ver quien tiene más.
A menos de noventa días de
cumplir cien años, motivo valedero por demás como para festejar, el Club
Atlético Lanús se apresta a disputar el tramo final de dos torneos: las nueve fechas
que restan del Campeonato de Primera y