Cuando la empresa constructora cuyo titular es Oma Gabriele, intentó montar un obrador en la playa de estacionamiento del Piedrabuena, se levantaron las quejas de docentes y alumnos de la escuela. Ellos se oponen porque sostienen que las obras proyectadas no cuentan con los estudios previos de impacto ambiental y tampoco se estimaron los riesgos que puede producir la construcción al edificio central, que ya cuenta con imnumerables rajaduras y filtraciones. Esto lo discutían con el mismo Gabriele en el lugar.
Pero una de las principales preocupaciones de los docentes, es la poca distancia entre el viejo y el nuevo edificio, ya que sólo se prevé un corredor de 4 metros que dejaría sin ventilación ni luz natural a las aulas de la media 8.
Próximamente se presentará un petitorio con más de 200 firmas de trabajadores del establecimiento para que se informe de la situacion y se impida el inicio de obra en estas iregulares condiciones.