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martes, 2 de septiembre de 2014

La semana en pocas palabras

Informe Económico Semanal del Banco Ciudad

La propuesta del gobierno de modificar el lugar de pago de los títulos de la deuda restructurados en 2005 y 2010 terminó de dar por tierra con las expectativas de que se pudiera arribar a un acuerdo con los “holdouts” capaz de abrir las puertas al financiamiento externo. Como era de esperar, esto acentuó las tensiones en el mercado de cambios, en una economía en la que (desde hace tiempo) faltan dólares y sobran pesos, complicando aún más el panorama doméstico.
Desde la presentación del proyecto de ley para cambiar el lugar de pago a los tenedores de títulos en el exterior, el dólar “blue” subió 9%, ubicándose en torno a los $14,3, llevando su brecha con el tipo de cambio oficial al 70%. Moviéndose en la misma dirección, el dólar “contado con liquidación” (utilizado para girar divisas al exterior) y el dólar MEP (o “dólar bolsa”) pasaron a cotizar arriba de los $13, con una brecha respecto del tipo de cambio oficial del orden del 60%.
En paralelo, el gobierno se vio obligado a imprimirle mayor velocidad al deslizamiento del tipo de cambio oficial, a fin de acompañar las mayores expectativas de devaluación, buscando desprenderse de la menor cantidad de divisas posibles y amortiguar (sin éxito) el impacto en las reservas del Banco Central. En las últimas 2 semanas, el BCRA llevó el tipo de cambio oficial desde valores inferiores a $8,3 a casi $8,45 por dólar, acumulándose en agosto una devaluación del peso cercana al 3% (equivalente a un 40% anualizado), la mayor desde el salto cambiario de enero.
Lo anterior se dio en un contexto en el que la liquidación de divisas del sector agroexportador
acusó el impacto de la creciente brecha entre las expectativas de devaluación y las deprimidas tasas de interés en pesos. La semana pasada, las liquidaciones de los agroexportadores cayeron a tan sólo USD 250 millones, bien por debajo de los USD 400 millones de la semana previa y los USD 500 millones de la misma semana de 2013. Con las liquidaciones de los exportadores en retroceso, las reservas internacionales cayeron a USD 28.600 millones, con una baja de USD 320 millones en las últimas cinco jornadas, pese a las crecientes restricciones a las importaciones, una medida con claros efectos adversos sobre la actividad económica y los precios internos (las importaciones ya se habían derrumbado un 18% anual en julio, según informó el INDEC esta semana).
Las tensiones en el mercado de cambios (y su impacto en las reservas internacionales) obligaron al BCRA a volver sobre sus pasos, subiendo sus tasas de referencia 1 punto porcentual, hasta los niveles vigentes hace tres semanas. Siguiendo este cambio, el Central logró absorber $2.800 millones en su licitación del último martes, cuando la semana previa había tenido que inyectar $2.500 millones, ante el menor interés de los bancos por las letras del BCRA, desalentados por la baja de tasas de referencia.
Con un déficit fiscal en permanente ascenso, que obliga al Tesoro a recurrir en forma creciente al financiamiento del BCRA, la capacidad de la autoridad monetaria de reabsorber parte de los pesos que pone en circulación se vuelve crucial en el presente contexto de huida al dólar. En las primeras dos semanas de agosto, de hecho, el BCRA emitió $12.800 millones para asistir al fisco, más que en todo julio ($11.700 millones) y junio ($12.500 millones), fenómeno que coincidió con un marcado freno en la capacidad del Banco Central de reabsorber esos recursos con sus licitaciones de Lebac y Nobac, en las que sólo retiró de circulación $750 millones, frente a $14.400 millones en julio. Este contraste pone claramente de manifiesto la extemporaneidad del descenso en las tasas de referencia que llevó adelante el BCRA (a instancias del Ministerio de Economía) hace tan sólo dos semanas, dejando en evidencia la falta de una hoja de ruta clara por parte de las autoridades para hacer frente a la actual tensión cambiaria.
Ahora bien, sin un cambio contundente en el sesgo de la política fiscal y monetaria, la Base Monetaria terminaría creciendo en 2014 a una tasa interanual más cercana al 25%, que al 20% actual, mientras que las reservas podrían llegar a caer a USD 24.000 millones, tras avanzar el gobierno en un creciente aislamiento financiero para el país. Con más pesos en circulación y menos dólares, no hace falta hacer muchas cuentas: lo observado en las últimas semanas será sólo la punta del iceberg de las disrupciones por venir en materia cambiaria.