Sucedió en Lanús Manhatan en febrero 2013
El abogado Néstor Pardal, alerta de que por estulticia, inestabilidad judicial, vagancia o vayase a saber por qué, puede quedar en el misterio un hecho en el que una chica perdió la vida en extrañísimas circunstacias, y de las que sólo fue testigo -¿testigo?- una pareja circunstancial.Se trata de lo que sucedió el 11 de febrero de 2013 cuando un joven entró a la comisaría 1ª a denunciar que una chica que tomaba una copa de champán con él en la terraza del edificio de A. del Valle 161, en Lanús Manhatan, se había caído y se había matado.
Ella era Ornela Ragno (foto), tenía 20 años. Hoy el doctor Pardal es patrocinante del padre de Ornela, Daniel Ragno, en su papel de particular damnificado, y están empeñados en descubrir lo que realmente pasó esa noche.
El abogado teme que “un posible crimen, quede impune, ya que hasta la fecha, no logro avanzar para alcanzar la verdad, a punto tal, de que no he logrado que se ordene la realizaciòn del ADN del material genético encontrado en las uñas de la víctima”.
Leonardo Kaszewski, el actual fiscal de la UFI Nº 8 de Lomas de Zamora -relata Pardal- si bien trata de agilizar la investigaciòn, se encuentra permanentemente con obstáculos, producto de que los anteriores fiscales Maria Laura Caraballal, y luego Sebastian Bisquert (¡tres fiscales en 18 meses!) no investigaron y del mal manejo del expediente. Las actuaciones están caratuladas como "Averiguaciòn causales de muerte", y en su oportuinidad se le notificó al joven Martìn Romañach que estaba con la víctima del artículo 60, “lo cual nos impide traerlo a prestar declaraciòn testimonial bajo juramento, porque al estar notificado de ese artículo, está técnicamente imputado en la causa. Lo bueno sería saber qué se le imputó”. Claro, porque la causa no habla de crimen alguno. En vista de esto, el actual fiscal planteó la nulidad de la medida para llamar a declarar al único testigo del hecho, pero el juez de
Garantìas, Enrique Ferrari no hizo lugar. Hoy éste es fiscal general, y el juez de la causa Ragno, la Nº00-07-008034-13, es Esteban Baccini. “Por esto, a la única persona que sabe lo qué sucedió, no se le puede preguntar nada en sede fiscal. Esto es un verdadero despropósito, que no tiene nada que ver con lo jurídico”, sostiene Pardal.
Este letrado jura que ha encontrado pruebas fehacientes de que esa noche, pudo haber existido una pelea, ya que el joven presentaba en la revisación médica policial, un rasguño en el cuello ocasionado por tres dedos, el labio partido, los nudillos lastimados, escoriaciones en los antebrazos y rasguños en la espalda. “Pero todo esto no se tuvo en cuenta, y tampoco se tuvo en cuenta el croquis del edificio, donde surge claramente que la víctima, no pudo haber caido sola desde allì. En fin, todo el expediente es un verdadero desastre que tengo la obligaciòn de tratar de enderezar”, subraya Pardal.
El relato de La Defensa, del 12/2/13 obtenido en sede de la seccional 1ª, como se recodará, señalaba:
“Los jóvenes, de veinte años cada uno, se habían conocido por facebook y esta era su segunda salida. Ella, Ornela Ragno, vivía con su padre en 25 de Mayo y 20 de Septiembre. La mamá murió hace un año. Él vive con su familia en Melo al 2500.
“En Aristóbulo del Valle 161 vive la abuela del muchacho. Esa madrugada, la pareja compró una oferta a la vuelta consistente en un champán y 4 speed a $95, y se fueron a beber al techo del lavadero, que hace las veces de una terracita, sin barandas, ubicada sobre la azotea del edificio de la abuela.
“Según el relato del joven, la chica hizo en un momento un movimiento brusco y cayó desde una altura equivalente a ocho pisos, sobre un patio interno del edificio, a la entrada del garage. La policía halló en la escena del hecho, la botella de champán vacía y las cuatro speed intactas. De acuerdo a información oficiosa el lugar no presentaba rastros de lucha.
“Ahora la UFI 8 que investiga el hecho, deberá trabajar sobre las manos -fundamentalmente bajo las uñas- de ambos jóvenes para buscar restos de piel o de cualquier otro tipo”.