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miércoles, 6 de agosto de 2014

El diputado D’Alessandro acusado de corrupción

Cuando ejercía la Dirección de Infracciones de la capital federal

 El político argentino que no tenga un muerto en el placar, que tire la primera piedra. Y no es la excepción,  Marcelo D´Alessandro (foto) el joven diputado nacional massista, que hoy frecuenta el russismo, quien accedió a esa lista por su domicilio en Lanús, y apenas fue elegido se mudó de su casa de Córdoba y Juncal. Ahora trascendió que fue en su momento denunciado de manejar una mafia de las multas porteñas a través de la Dirección General de Administración de Infracciones (DGAI) de la ciudad de Buenos Aires.
D’Alessandro es interventor de Unión Popular, partido que integra el massismo y con vínculos en el poder judicial a través de su parentezco con la jueza federal María Servini de Cubría. Así accedió a la lista de diputados del massismo.
 Es el titular -ahora de licencia por su cargo de diputado- desde mayo de 2010 de la Dirección General de Administración de Infracciones de la ciudad de Buenos Aires, del gobierno de Mauricio Macri. Esa oficina maneja las boletas que se labran en la capital federal. Según una investigación que publica Tiempo Argentino, las  infracciones facturadas la DGAI en el Edificio del Plata, son luego anuladas en tiempo récord en alguno de los CGP porteños aludiendo "defectos formales", lo que encubriría maniobras de corrupción.
 La investigación de Tiempo Argentino agregó que un trabajador de la DGAI realizó una denuncia en la Fiscalía General de la ciudad "por amenazas que viene sufriendo", a raíz de supuestas irregularidades que él advirtió en esa cartera de las cuales puso al tanto a sus superiores. También por amenazas, hubo una denuncia ante la porteña seccional 3ª. 
 Señala la información que este no es el único caso de corrupción que involucra al director
D’Alessandro y a funcionarios de su entorno, que manejan a 137 controladores de faltas, por los que la cartera recauda millones por infracciones viales y por todos los otros rubros.
  Dice la denuncia que en DGAI, el procedimiento normal de las multas es que una vez pasada por la oficina de Atención al Público, el dueño del automotor multado puede saldarla en la oficina de cobro o ser asignado a un funcionario con el cual discutir las multas que cree incorrectas.
Esto último se realiza mediante un sorteo rotativo que incluye a alguno de los 79 controladores que –en dos turnos– trabajan en el edificio de Carlos Pellegrini 211. Pero dice Tiempo Argentino, que en los casos relevados, los conductores supuestamente aparecen, ese mismo día, derivados a un CGP, adonde llegan y son atendidos con extrema celeridad. 
Otra denuncia
Además de este delicado tema, una empleada de  D’Alessandro, presentó una denuncia por “violencia laboral", contra otro de los funcionarios de la DGAI. Es contra Carlos Stabile, gerente operativo de Control de Operaciones, quien según la empleada le hace la vida imposible y lo hace responsable solidario a D’Alessandro "en caso de no adoptar una acción inmediata y apropiada para corregir la situación".