El policía Cristian Messina, el que el 2 de diciembre de 2006, lejos de evitar la golpiza que terminó con la vida de Martín Castellucci (foto) corrió su cuerpo para que no molestase el ingreso La Casona, fue condenado a tan sólo un año de prisión como responsable de “incumplir deberes como funcionario público”.
Por el crimen, en 2009 ya había sido condenado el patovica Linqueo Catalán como autor material del hecho a 11 años y 9 meses de prisión, y el policía Guillermo Guzmán, a dos años de prisión en suspenso, en tanto que el dueño de La Casona, Atilio Amado, fue sobreseído.
Oscar Castelucci, padre de Martín, adelantó que apelará la sentencia.