Hoy cerca de las 14:00 se produjo una batahola descomunal en la sucursal Lanús del Banco Provincia, originada por el descontento de los clientes ante la demora de sus empleados para ser atendidos. Relata un cliente que “en medio del tumulto se hizo presente el gerente (foto, de frente) que se negó a dar su nombre y exigía que no reclamaran. Lejos de hacerle caso las muchisimas personas que llenaban el local, pedian celeridad, ya que hacía más de una hora que no eran atendidas. Para colmo al gerente anónimo, se le ocurrió echar del banco a la señora Sandra Bondyra y a su marido Eduardo Ugarte, pero ante los insultos de la gente y viendo que la cosa podía pasar a mayores este prepotente funcionario tuvo que ir a buscarlos y hacerlo retornar a la entidad para que pudieran finalizar sus trámites.Con los ánimos muy caldeados los empleados optaron por abrir todas las ventanillas de pago y a trabajar como corresponde, y el gerente intimado por la propia policía del lugar tuvo que retirarse con la cola entre las patas".
“Estos bancarios, como están de protesta, nos toman de rehenes”, dice otro cliente.