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viernes, 18 de julio de 2014

Afiches

por Marcelo Calvente

   
Después de unas pocas semanas de pretemporada y habiendo jugado un solo amistoso previo, Lanús disputó el partido de ida por la Recopa Sudamericana, la que dirimen los dos campeones continentales de cada temporada, en este caso el local y el Atlético Mineiro de Belo Horizonte. Dejando una imagen poco convincente, el Grana perdió en La Fortaleza por 1 a 0, algo poco frecuente últimamente, y para obtener el título debe ganar en Brasil en siete días. Fue un partido interesante, sobre todo para que Guillermo pueda ajustar el funcionamiento de su equipo, y el exhibido por su rival es un buen ejemplo a seguir, un espejo donde mirarse y corregir el maquillaje para la próxima escena.
  Desde el inicio ambos elencos se disputaron la posesión de la pelota, tratando de determinar el segmento de terreno donde el partido debía jugarse según su conveniencia. Mineiro puso tres delanteros, André de punta, Ronaldinho unos metros más atrás, con Maicosuel -recientemente adquirido en 10 millones de reales- y el experimentado Diego Tardelli, la figura de la cancha, bajando unos metros por las bandas para tratar de iniciar los ataques, que invariablemente contaban con el aporte de los laterales: Emerson por el lado de Araujo y sobre todo Marcos Rocha por la zona de Velázquez. En los primeros minutos se observó el nerviosismo de Braghieri y Gustavo Gómez, los dos centrales, ambos debutantes, quienes tuvieron dificultades de todo tipo. Durante quince minutos frenéticos los dos equipos se atacaron a fondo y también ambos cometieron errores defensivos. Pronto Lanús logró prevalecer en la zona media, donde el Pulpito, Somoza y Ayala superaban a Pierre y Donizete. Mineiro trataba de meterse en campo granate, sus defensores se paraban cerca de la divisoria, y Silva empezó a aparecer a sus espaldas, generándole tres situaciones de peligro que no pudo aprovechar. En el último tramo de la etapa inicial el partido bajó en intensidad y hasta el descanso los dos estuvieron imprecisos. El entrenador brasileño tomó nota del desorden de su oponente en el fondo, y tomo decisiones drásticas para salir a ganarlo. No volvieron Ronaldinho y André, ocuparon sus lugares Guilherme y el mundialista Jo,
y el Mineiro jugó el complemento con once
 Son solo algunas de las circunstancias que condicionaron el partido entre dos de los mejores equipos sudamericanos, un choque que terminó en victoria clara para el Mineiro. Cuesta creer que la visita no haya estirado las diferencias en el complemento, ante un Lanús que se fue desdibujando peligrosamente. Y eso sucedió porque desde el primer minuto de juego los centrales no hicieron pie, y aunque ambos lo intentaron demostrando carácter, nunca mostraron seguridad y retrocedieron permanentemente, cometiendo errores burdos a tal punto que únicamente pueden ser producto de la falta de ensayo previo. Era sabido que Lanús arrancaba apenas terminado el mundial, preso de un calendario que será más apretado aún que el del último semestre. El profesor Valdecantos fue claro al respecto: “Yo tengo que hacer una pretemporada para jugar seis meses muy exigentes, no puedo prepararlos físicamente de manera especial para este partido”.
 El semestre que comienza es de vital importancia para Lanús: disputará nada menos que cinco estrellas. Logró realizar dos transferencias muy redituables -no hay como el dinero guardado para fortalecer la solvencia- y mantiene un plantel sumamente competitivo, con figuras de relevancia, como Marchesín, Araujo, Maxi Velázquez, y la sorprendente versión del Pulpito González en pleno apogeo, Fabián Somoza y el paraguayo Ayala, el mediocampo campeón que ideó Guillermo. La presencia ofensiva del Pelado Silva, la esperanza de que el Laucha levante físicamente y que Junior Benítez pegue el último salto que le falta dar para irse a jugar la próxima Champion League, y la posibilidad  de que sigan creciendo los pibes del club, sobre todo Valdez Chamorro y Astina, dos grandes promesas que deben amoldarse al esquema de Guillermo. Un poderío que debería permitirle soñar en grande. Pero hay cosas que se pueden evitar y otras que no. Cuando Valdecantos dijo lo que dijo, sabía lo que podía suceder. Se trata de decisiones evaluadas con detenimiento y profesionalismo por parte del cuerpo técnico, buscando sacar el máximo provecho posible a sus futbolistas para afrontar de la mejor manera todas las competencias, que para sorpresa de muchos, el primer equipo Granate debe asumir.
 A Lanús le falta trabajo técnico y táctico. No significa que no lo han hecho, sino que no han conseguido la sintonía ni el entendimiento necesario. Por eso los futbolistas brasileños encontraron tantos espacios en la zona de definición. La jugada del gol, más allá de lo justo o no de la sanción del saque de banda, es sumamente explicativa. La inseguridad individual de los centrales impidió ajustar las marcas, retrocedieron e hicieron ret5roceder al resto, y el equipo se alargó en demasía, lo que ante un rival que siempre fue corto y ancho resulta ser fatal. En tales circunstancias, cada recuperación fue una odisea para los volantes y laterales granates, porque debían recorrer cincuenta metros para llegar a lo zona de definición, y por todas estas cosas el equipo nunca tuvo la precisión de otros tiempos no tan lejanos. Siempre lo intentó; a poco del final lo tuvo el Pelado Silva, y luego el arquero descolgó de un ángulo un gran remate de Araujo de media distancia. Pero cada regreso, desandando a la desesperada los mismos cincuenta metros, era un sufrimiento. En este contexto, el 1 a 0 en contra y de local con que se  cerró el encuentro fue un muy buen resultado. 

 “Cruel en el cartel, la propaganda manda cruel en el cartel, y en el fetiche de un afiche de papel se vende la ilusión, se rifa el corazón…” Es un afiche de la  Recopa Sudamericana, partido de vuelta, miércoles 23 de julio, Estadio Mineirao de Belo Horizonte. Se trata de una instancia hasta hace muy poco tiempo jamás soñada, y el Grana tendrá que jugarse nomás allá en Brasil como el grande que es, y salir a buscar una victoria para la historia.