Por estos días se resolvió un conflicto que hasta registró episodios de violencia, entre feriantes “en blanco” y puesteros clandestinos.
Las ferias francas trabajan todos los días excepto los lunes en el partido de Lanús. El municipio entrega un permiso para ocupar la vía pública del partido, cada dia en una calle distinta para no molestar tanto a los vecinos. Con los años, con la falta de presencia del estado, y malos representantes de los feriantes, comenzaron a ingresar a las ferias puestos precarios, gente que se acopla a la feria a vender cualquier producto, sin pagar impuestos y sin que nadie los controle, o el inspector que controla las ferias, los deja armar por alguna monedita.
Hoy los feriantes regulares -presididos por Adrián Argul- lograron que desplacen al jefe de inspectores municipales, y están trabajando para regularizar a los “clandestinos” en las ferias.
La feria de Villa Ofelia, se arma todos los domingos, y se mueve una vez al año, en el perímetro que forman las calle Juncal hasta Victor Hugo y Donato Alvares hasta Pitagoras. Siempre en esa zona, hay tres cuadras de feriantes “regulares” y ocho cuadras de puesteros truchos.
“Esta feria se hizo incontrolable, y trajo mucho malestar y hasta hechos de violencia”, relata la comisión y ahora con la mediación del municipio, “la feria se armó por la calle Juncal, desde Pitagoras hasta Donato y alli se acoplaron los precarios. Los feriantes contentos, los vecinos chochos, y al municipio le ahorramos un dolor de cabeza”, señalan los regulares.