Recientemente Martín Heredia fue noticia porque lo separaron de Políticas Sociales donde como municipal estaba asignado, porque se fue a militar con Julián Alvarez. Antes militaba para la diputada Karina Nazabal. Ahora, lo reincorporaron como empleado de la comuna y lo destinaron a atender una oficina de la Duirección de Discapacidad en la calle Zuloaga. Y que hace el bueno de Heredia: ¡Pone en su facebook (foto) que es un preso político, que lo mandaron allí “por pensar distinto”! ¡Para Heredia trabajar es un castigo!
De Heredia dice un ex compañero suyo: “Fue por cuatro años aproximadamente ñoqui de Leonardo Gonzalez, porque hacía pintadas para Karina Nazabal. Cuando Darío se entero que estaba coqueteando con Julián Álvarez lo despidió del municipio, pero parece que un apriete de arriba hizo que lo reincorporaran. Como no hace más pintadas para la diputada, Díaz Pérez lo mandó a trabajar a la calle Zuloaga donde la municipalidad tiene el área de discapacidad. Eso para Heredia es un castigo similar a lo de las dictaduras”. Y agrega que ahora por facebook: “Irene Ballesteros y la mujer de Martín, Romy Rodriguez -hija de la dariísta Marina Gimenez- lo instan a sacar fotos del lugar que según ellas dicen, está lleno de ratas”.