lunes, 23 de junio de 2014

Nada más que otro obstáculo. Los buitres no podrán

por Omar Dalponte

omardalponte@gmail.com

Este tema de los fondos buitres ayudará para que los que no creen en la ferocidad imperialista por lo menos comiencen a comprender que la lucha por la liberación nacional no es para nada sencilla. Si solamente con un juez decrépito que se orina encima consiguen ponernos en problemas no hace falta mucha imaginación para darnos cuenta del poder que maneja el imperialismo yanqui cuando se propone sojuzgar a los países mediante la guerra o por cualquier otro medio.
El oscuro mundo de la usura internacional, con semejante capacidad para enredar a las naciones en la telaraña de las maniobras económicas y financieras es capaz de hacer la vida imposible a quien se le de la gana e históricamente lo ha logrado mucho más fácilmente cuando, como en la Argentina, tuvo a su disposición la colaboración de cómplices que, desde adentro, han entregado nuestra soberanía en bandeja. Desde Rivadavia (empréstito Baring Brothers) hasta el presente, la lista de entregadores es interminable y en la actualidad hay cientos de personajes dando su presente para engrosarla.
Primero Inglaterra, más tarde Estados Unidos y muchas veces las dos potencias juntas trataron de someternos de mil maneras diferentes. Por las armas o deteriorando el funcionamiento de nuestra economía y ahogándonos con empréstitos rapaces e hipotecándonos por decenas de años. También por la más terrible forma de sometimiento que es a través de la penetración cultural.
Claro que no siempre les resultó fácil pues en el camino se encontraron con el rechazo a las Invasiones Inglesas, más tarde con la presencia de Juan Manuel de Rosas, después con gobiernos como el de Hipólito Yrigoyen y el de Juan Domingo Perón y finalmente con Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Los episodios de 1806 y 1807 (Invasiones Inglesas) y el heroico combate de la Vuelta de Obligado en 1845 fueron sablazos muy duros sobre la prepotencia colonialista y marcas históricas indelebles. Pero el grano malo que les brotó en el medio de su parte más dolorosa fue el nacimiento del Peronismo en 1945. Luego del Braden o Perón de 1945-46 hasta nuestros días ha quedado plantado en nuestro país este impresionante movimiento de masas que, con sus idas y vueltas, con sus luces y sombras, siempre ha mantenido en alto las banderas de la Justicia Social, la Soberanía Política y la Independencia Económica.
Nuestro movimiento ha sobrevivido a las peores dictaduras y a las creaciones políticas más nefastas producidas e ideadas para exterminarlo mediante cualquier método: por la fuerza bruta o procurando su descomposición intestina. Ninguna de estas variantes tuvo éxito porque la fortaleza moral de los peronistas, especialmente la de los trabajadores, se impuso sobre la brutalidad y el manejo perverso de la baja política. Así fue que superó la traición de Frondizi
(1958/62) las dictaduras cívico- militares de 1966 a 1973, la que asoló a la República entre 1976 a 1983 y a la desastrosa experiencia menemista que duró una década.
Abierto el período constitucional en 1983 luego de que el pueblo reconquistó la democracia, los poderes concentrados de la economía y de las finanzas consiguieron doblar y romper al gobierno de Raúl Alfonsín produciendo una colosal estampida en el radicalismo que luego se fraccionó en unas cuantas porciones. El país, entonces, quedó incendiado. En el largo y penoso capítulo menemista, a través de la implementación de políticas neoliberales salvajes, el imperialismo vivió un momento de ilusiones que probablemente imaginó sería eterno. Más adelante, con De la Rúa y muchos sinverguenzas que hoy todavía se dan el lujo de actuar a cara descubierta hicieron lo que quisieron. No imaginaron que traído por los vientos patagónicos, un flaco corajudo, Néstor Kirchner, se animaría en los inicios de su gestión en 2003 y luego en varias ocasiones y en diferentes escenarios, a sopapear al mismísimo presidente de los EE.UU, George Busch.
En tiempos del Plan Cóndor y de la imposición del llamado Consenso de Washington, EE.UU no habrá presumido (en verdad nosotros tampoco) que en en la primera década del siglo veintiuno derrotaríamos alguna pretensión imperialista, que Evo Morales, Rafaél Correa, el comandante Hugo Chavez y luego el pueblo bolivariano, estarían iniciando la construcción del socialismo en Bolivia, Ecuador y Venezuela.
¿Quién hubiera soñado que aquí en la Argentina, después de las tragedias menemista y de la denominada Alianza entre radicales, "socialistas" y progresistas a la violeta alcanzaríamos , por obra del kirchnerismo, un estado de inclusión que beneficia a millones de personas?. Muy cierto también es que el kirchnerismo, como variante del peronismo enriquecida con la participación de sectores auténticamente progresistas del campo popular ha sido capaz de que gran parte del pueblo recupere la fe en la política y surja un movimiento popular con mística, voluntad militante y notable participación de importantes sectores juveniles.
Recientemente en Rosario, la presidenta de la Nación, afirmada en su rol de estadista de enorme nivel demostró, como tantas otras veces, decisión y autoridad para la defensa de los intereses nacionales. La pelea contra los denominados fondos buitres no es menor pero como en otras oportunidades fortalecerá al kirchnerismo que, en definitiva, saldrá airoso. Siempre, después de una situación difícil, el gobierno nacional emergió con más bríos y se animó a encarar objetivos mayores. Hoy en la lucha contra los usureros amparados por el imperio, es inteligente la convocatoria de la presidenta a la unidad nacional y el planteo de diferentes organizaciones kirchneristas: movilización para esclarecer y esclarecer para actuar en respaldo del gobierno nacional, de la conducción de Cristina y por los intereses populares. Esta movilización en todo el territorio nacional a partir de los barrios y desde los pueblos más pequeños hasta las grandes ciudades, propuesta claramente expresada en los discursos de Larroque y Cabandié en el acto del Cabildo realizado el 20 de Junio, pondrá en operaciones a la militancia haciendo de la discusión con los buitres una causa nacional. Ganando esta pulseada podremos avanzar hacia las elecciones de 2015 con muy buenas perspectivas.
   (*) De Iniciativa Socialista