No se pudo destrabar la rebelión de los choferes de la línea 9 y de la 158 de El Puente, que no quieren entrar a la villa Jardín y a sus alrededores en Villa Diamante a causa de los contínuos asaltos que sufren pasajeros y choferes.
Los habitantes de esa localidad deben caminar una cantidad de cuadras para tomar los medios de transporte público, lo que facilita el “trabajo” a los atracadores de peatones.
Así las cosas, Mariano Amore, secretario de Seguridad, le prometió al vecinalista Oscar García que mañana -¡recién mañana!- mantendrá al respecto una reunión con la jefatura policial y con la gente de UTA.
“Los problemas de la gente no le importan a nadie. ¡No fue capaz de interesarse ningún concejal por la situación que aquí se vive!”, señalaba García.