lunes, 16 de junio de 2014

De aquí y de allá. Latinoamericanas y caribeñas

por Omar Dalponte

omardalponte@gmail.com

El proceso de cambios favorable al crecimiento de nuestro país que con toda justicia ha beneficiado a los sectores populares de la Argentina, lleva once años y evidentemente no está desvinculado de la realidad internacional, especialmente de la realidad latinoamericana. Nunca, antes en nuestra historia, los lazos de fraternidad con los países hermanos, a nivel de pueblos, han sido tan fuertes como los que hemos estrechado en esta última década. No tienen antecedentes la unidad y solidaridad tan sólidas de nuestros presidentes de la Patria Grande como las alcanzadas,en determinados momentos de la historia reciente, por Néstor Kirchner y Cristina Fernández, Lula da Silva y Dilma Rousseff con Rafél Correa, Evo Morales, Michelle Bachelet, José Mugica, Tabaré Vazquez, Fernando Lugo, Hugo Chavez, Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Fidel y Raúl Castro. Aún está fresco el recuerdo del triunfo contra el ALCA en 2006 y la magnífica acción de paz por gestión de Néstor Kirchner quien en 2007 se internó en la selva colombiana logrando la liberación de rehenes. También está vivo en el recuerdo el hecho protagonizado por este ex presidente argentino en el año 2010 cuando, literalmente, evitó la guerra entre Colombia y Venezuela, naciones hermanas que cuentan, tal vez, con los dos ejércitos más desarrollados de América del Sur. Todavía, entre otras cosas, está muy presente el episodio no menor de la actitud solidaria de la Argentina hacia Honduras ocurrido en 2009 y la solidaridad de todos los presidentes democráticos con el pueblo hondureño. En aquella oportunidad la presidenta argentina decidió retirar el reconocimiento diplomático a la embajadora de Honduras en nuestro país, Carmen Eleonora Ortez Williams "por el apoyo público que la diplomática dio al golpe de estado que el 28 de junio de aquel año derrocó en su país al presidente constitucional Manuel Zelaya y puso en su reemplazo a Roberto Micheletti".
   Nunca olvidarán los pueblos de Latinoamérica la disposición y el poder de convocatoria de la presidenta Cristina Fernández cuando por el quiebre del régimen democrático de Honduras, reunió a varios presidentes en un frente común por la libertad y la democracia
. Estos hechos puntuales inéditos en nuestra américa fueron -entre otros cercanos- grandes eslabones en la cadena de fuerte amistad labrada en diez años de ganancia honorable para todos en nuestro continente. Ahora esta amistad que debemos preservar como un bien muy preciado, es necesario trasladarla al futuro para que las nuevas generaciones la sostengan en el tiempo y hagan realidad concreta el eterno sueño de la patria grande. No es tarea fácil. No transitamos un camino recto y despejado sino que en él hallamos y hallaremos miles de escollos que las oligarquías locales, los poderosos grupos económicos y financieros, el imperialismo yanqui y las grandes corporaciones que reinan en gran parte del mundo colocan y colocarán por delante. Las potencias coloniales tratarán por todos los medios de impedir la real unidad e integración latinoamericana y caribeña porque las inmensas riquezas existentes en nuestra América son un bocado que históricamente han tratado de robarnos.
  Ante el afán de los países dominantes por arrebatarnos los recursos naturales -el agua, el petróleo y los alimentos preferentemente- habremos de prepararnos para una lucha muy difícil y los mejores senderos a seguir son los que conducen a la unidad y la integración de nuestros pueblos. En este tiempo del pasado cercano han ocurrido situaciones favorables y adversas. Ahora mismo los platos de la balanza pueden volcarse para uno u otro lado y en este momento de definiciones es útil revisar alguna cosas.
  Los fallecimientos de Néstor Kirchner y del comandante Hugo Chavez fueron dos golpes muy dolorosos. Honduras y Paraguay, por sendos golpes de estado, han sido desviados del camino que Zelaya (con sus limitaciones) y Lugo habían emprendido. Venezuela es un objetivo que el imperialismo quiere destruir contando con la complicidad de sus aliados locales. Hoy los inconvenientes para llevar adelante la revolución bolivariana son inmensos con el agravante de que Maduro no es Chavez y la ausencia de un liderazgo como el del Comandante se hace sentir en grado superlativo. Contra Dilma Rousseff hay una escalada desestabilizadora que en este último tiempo activó no pocas alarmas en Brasil y especialmente en el Partido de los Trabajadores (PT). La presente nota fue entregada antes de las elecciones realizadas en Colombia el domingo 15 de junio pero anticipamos que el resultado de esta jornada electoral será decisivo para el futuro de la región. El triunfo de Juan Manuel Santos puede ayudar a mantener la estabilización en la zona, en cambio si el ganador es Oscar Iván Zuluaga existe la posibilidad de un enfrentamiento con Venezuela que EE UU no desaprovecharía y cuyas consecuencias pueden ser terribles.
  Las miradas hacia lo positivo permiten ver en el escenario latinoamericano y caribeño realidades valiosas. Cuba, con su presencia rectora, sigue siendo un faro. La recuperación del gobierno de Chile por Michelle Bachelet, habiendo desplazado rotundamente a la derecha, ha sido un acontencimiento realmente importante. El reciente triunfo de Sanchez Cerén en El Salvador seguramente reforzará los diálogos y acuerdos desde América Central hacia el Sur y la candidatura de Tabaré Vázquez en Uruguay resulta esperanzadora para la etapa que viene en la política rioplatense. ¿Triunfará el Frente Amplio uruguayo en las próximas elecciones?. Un dato a tener en cuenta respecto a los cambios operados en nuestra América: Salvador Sanchez Cerén en El Salvador, José Mugica en Uruguay y Daniel Ortega en Nicaragua son antiguos combatientes de organizaciones armadas revolucionarias que han llegado a la presidencia por vía del voto popular. Las luchas honestas siempre, en definitiva, son reconocidas por los pueblos.
  En nuestro país los ataques contra el gobierno de Cristina Fernández son permanentes pero siempre se encuentran con muros muy difíciles de vulnerar. Además las perspectivas electorales del kirchnerismo son buenas, la presidenta cuenta con el respaldo de millones de argentinos, todos los días produce hechos muy significativos y el último, muy reciente, es el de la expansión del ramal del ferrocarril San Martín -el primero en 20 años-con la habilitación de dos estaciones - Manzanares en Pilar y Cabred en Lujan- que facilitarán el traslado, desde esta localidad hasta Retiro, de miles de pasajeros. Con la incorporación de 24 nuevas locomotoras y 160 flamantes vagones el ferrocarril San Martín tendrá una extensión de 70 kilómetros. El mejoramiento ferroviario continuará y proximamente se verá concretado en los ferrocarriles Roca y Sarmiento. Queda claro que estamos muy lejos del "ramal que para ramal que cierra" de la negra época menemista.
  Si el kirchnerismo gana en 2015, Tabaré se impone en Uruguay y se logra derrotar a Zuluaga en Colombia, sin duda cantarán alegremente los gallos de la democracia en estas partes del mundo y continuaremos rumbo al progreso. Veremos.

   (*) De Iniciativa Socialista