lunes, 19 de mayo de 2014

Trenes chinos, descontrol K y contaminación cancerígena

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

El negocio ferroviario desde 1991 con Menem/Cavallo, continuó con los K con desinversión, contratos subvaluados de obras y reparación de material rodante, destrucción de la infraestructura industrial de los talleres, fraude laboral y saqueo del erario público, entregándose los subsidios a concesionarios socios de los funcionarios gubernamentales y de los sindicatos, la “trilogía siniestra” para el Juez Bonadío.
   El 10/4/2008 CFK anunció la electrificación total del ferrocarril San Martín. Por decreto 91/2008 colocarían 55 km. de catenarias de Retiro a Pilar. Sin embargo, se compraron 24 locomotoras diesel y 160 coches a empresas chinas, por un total de u$s 134 millones.
  A mediados de 2010, Cristina, De Vido, Luna, Schiavi, Fernández y Maturano fueron a China buscando una vía alternativa a la clausura del crédito internacional y “el 12 de julio adquirieron 170 coches, 24 locomotoras y 500.000 tn de rieles por u$s10 mil millones” (www.losandes.com.ar). Todo ese material era inutilizable y sólo fue “cash” para los operadores y sus camarillas.     
  Pero el festival de enriquecimiento ilícito encontró sus propios límites a partir de la lucha de los tercerizados del Roca, la emboscada de Barracas, la masacre de Once, los sucesivos choques y descarrilamientos de formaciones ferroviarias que impusieron al régimen político ir a otro esquema de explotación de esa caja de recursos. 
  En octubre de 2011 los gobiernos confirmaron que la compañía China Machinery Engineering Corporation (CMEC) tendrá a su cargo las obras para reactivar el ramal Belgrano Cargas por u$s 2.500 millones. Son 1.700 km que unen Buenos Aires con el norte del país.
El 9/1/2013 se firmó el contrato (SF/HW-C12-2012-0159) con la empresa estatal china CSR
Qingdao Sifang Ltd. Se compraron 25 formaciones de 8 vagones c/u para el Sarmiento y 30 formaciones de 6 coches y 4 locomotoras para el San Martín. Por u$s546.750. (www.eliminandovariables.com)
   Cada vagón del Sarmiento costará, entregado en BA u$s 1.518.750 y los del Mitre u$s 1.270.000.
 El contrato hace responsables a los compradores por las consecuencias de su uso y el estado de las vías donde los harán funcionar. En el punto 3.2 del anexo IX se señala: “El comprador debe confirmar y garantizar que la condición de las vías es adecuada para la prueba de máxima velocidad de servicio ante el requerimiento del vendedor”. 
  En la descripción contractual de la cabina no se hace mención al “sistema de hombre muerto” que permite el frenado cuando el conductor sufre una indisposición ni a otro dispositivo similar que evite accidentes como los sucedidos en Once y Castelar. 
  El contrato especifica en el punto 1.1 del anexo I que los vagones destinados al Sarmiento están preparados sólo para circular “a cielo abierto”. Esto pone en dudas el soterramiento prometido enfáticamente por la presidente y sus ministros.
   En el artículo 34, SCR se compromete al suministro exclusivo de repuestos por los siguientes 20 años.
  A fojas 474 hay una extensa lista de precios que explica cuánto saldrá reponer cada parte que deba solicitarse de las nuevas formaciones una vez que fueron entregadas. Así el Estado argentino pagará u$s 533 por asiento de pasajero que reemplace, u$s 133 por cada vidrio de ventana, u$s 10.875 por parabrisas y u$s 1.875 por el asiento de conductor. 
  El contrato delata la postración nacional con que negocian los Nac&Pop, ya que el gobierno Turco, insospechado de “progre”, en marzo de 2012 le compró a SCR 324 vagones por u$s 394 millones y obligó a los chinos a construir una planta de u$s 100 millones en Ankara para fabricar los componentes con mano de obra local lo que significa 6.600 puestos de trabajo durante 5 años. (www.eliminandovariables.com)
  El 1/3/2013 llegaron 40 vagones chinos para el San Martín pero “comprando a cajón cerrado” la sorpresa fue que el acceso a los vagones estaba 60 cms más alto y no hubo tiempo de reformular los 40 andenes de esa línea; así los trenes fueron al Mitre donde el servicio es eléctrico. Como los nuevos son traccionados a diesel y tienen menor velocidad, se hizo lento el tránsito y hubo menor frecuencia. En tanto “el ministro Randazzo informó que las locomotoras pueden desarrollar una velocidad de 120 km. por hora”. Los gremios que operan en el Sarmiento han puesto en duda que por el estado de los rieles las unidades puedan superar los 75 a 80 Km por hora que tienen por límite las actuales formaciones.
   Según los delegados de EMFER la inseguridad persiste aun con el material “nuevo” y ya están averiadas 7 locomotoras; la jefatura les hizo soldar chapones de 2 metros sin refuerzos, lo cual evade el protocolo de seguridad en soldaduras.
    Randazzo, quien recordó que CSR es quien fabricará los coches eléctricos para las líneas Sarmiento y Mitre, compra que permitirá renovar el parque completo de ambas líneas, tuvo otra sorpresa. En Enero de 20014 CSR, a la que Argentina compró 709 coches por u$s 841 millones fue denunciada por haber  entregado a la carguera SCT de Australia 10 locomotoras con asbesto, un cancerígeno que fue hallado en todo el sistema de escape, silenciador, tuberías refrigerantes y en la cabina de conducir. CSR culpó a un contratista del incidente. 
  El asbesto blanco -amianto- es un cancerígeno prohibido para su utilización por la OIT (1986), la OMS (1989) y el Ministerio de Salud Pública de la Nación (2000-2001) que prohíbe la producción, importación, comercialización y uso de fibras de asbesto y productos que contengan sus variantes anfíboles y crisolito.
  Los científicos han determinado que los obreros ferroviarios de vía y obras, de depósitos de trenes, los que revisan el aislamiento en el motor, en furgones, vagones, calderas, tuberías, en la refrigeración, en frenos, embragues y en juntas, los que reparan motores y piezas de fricción que estén selladas con asbesto se exponen a contraer amiantosis y mesotelio, variedades del cáncer de pulmón. (www.mesotheliomatreatmentcenters.org/asbesto/ferrocarriles).
  La desidia de los despilfarradores gubernamentales es total y ante la consulta de Randazzo sobre el cancerígeno, el subgerente general de SCR, Ni Shenyi le contestó en chino: (¡joderse!) “Ya vendimos a Argentina coches y locomotoras y jamás ocurrió un caso similar”, respuesta que no deja dudas del descontrol.
   Es necesario el control obrero que impida la entrega nacional y el curro Nac&Pop.  
(*) Miembro del PO